Centígrados y paralelos

Centígrados y paralelos

Víctor Solís (autor e ilustrador): Centígrados y paralelos. México: Océano Travesía, 2011.

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La vida es un evento extraordinario. Sólo ocurre en una delgada franja de tiempo y espacio y en un mínimo rango de temperatura. (Eugenia Pallares)

Con esta cita empieza el libro, unas palabras que nos hacen pensar sobre lo excepcional del mundo que nos rodea y las consecuencias de la huella que vamos dejando en él los humanos. Sobran las palabras para describir la historia que se encuentra escondida en este álbum, más que ilustrado, fotográfico. Un reportaje gráfico conmovedor, una nueva forma de contar.

A través de fotografías sin retoque digital, tomadas en espacios reales, Víctor Solís nos cuenta la historia del peregrinaje emprendido por una familia de pingüinos que, tras recibir la amarga visita de la “señora contaminación” al Polo Sur, deciden recorrer un largo viaje hacia el Norte. En su aventura cruzan desiertos, selvas, ciudades, bosques… en busca de un hábitat en el que puedan sobrevivir dentro de nuestro, cada vez más, degradado planeta. La cruda realidad que van descubriendo es que ninguno de los paisajes naturales por los que van pasando, a lo largo del continente Americano, se encuentra a salvo de los estragos producidos por el cambio climático.

Puede parecernos absurda una fotografía en la que se ve a una colonia de pingüinos cruzando el desierto pero, de hecho, esto es lo que dota de poder y significado a las imágenes. Este contraste y descontextualización es lo que nos hace reflexionar y pensar en todo lo que está sucediendo en nuestro mundo, nuestro medio ambiente y su tan triste destrucción progresiva.

Este es un libro de clara denuncia sobre el deterioro ambiental que está sufriendo nuestro planeta, causado por la contaminación y la “marca” que el humano deja sobre él desde hace años. Una gran crítica a nuestro modo de vida, pues es lo que nos está llevando hacia una crisis ambiental que no sólo afecta a los animales, sino a todas las especies vivas del planeta.

¡Prestemos un poco más de atención a la huella imborrable del cambio climático!