ABUELAS de la A a la Z

Raquel Díaz Reguera (autora e ilustradora): Abuelas de la A a la Z. Barcelona: Lumen, 2012. 

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¿Quieres ser especialista en abuelas? ¿Conocer sus clases y características? ¿Sus similitudes y diferencias? Con este curso intensivo serás un auténtico experto. Raquel Díaz Reguera nos deleita en esta obra con un completo y exhaustivo estudio acerca de esta especie superior, un catálogo de abuelas… ¿Encontrarás a la tuya? ¿En la que te convertirás un día?

Esta obra de Raquel Díaz me encandiló por completo, tanto por la temática como por la sensibilidad con que lo aborda. El tema en sí es una golosina pero, además, el modo de tratarlo es tan delicado, tan cuidado en cada detalle, tan ingenioso, dulce y tierno que roza la perfección. Añade un punto simpático, una chispita gamberra, en su justa medida, con lo que evita caer en lo ñoño. Podrás descubrir, en cada página, en cada rincón, en cada palabra y en cada imagen, las emociones que despierta una abuela en tu corazón.

La autora nos presenta a 29 tipos de abuela, cada una con unas características muy concretas y con unas descripciones que se recrean en la exageración plasmando ese halo especial y ese poder sobrenatural que las caracteriza a todas. Intercaladas a lo largo del libro hay una serie de páginas especiales, que complementan la información de las abuelas en aspectos muy concretos: los bolsillos de las abuelas, los recuerdos (divididos en forma de aroma, de nota musical o en fotografía), besos o frases y dichos son algunas de ellas. Podrás encontrar, por ejemplo, a la abuela regalona, la preocupona, la repostera, la tiquismiquis, la tacaña, la consiguelotodo, la abuela bruja (alguna hay) o, por supuesto, la tejedora de cuentos.

Estupendo libro para el público infantil, para disfrutar por ejemplo en compañía de la abuela, o revisarlo con el abuelo. En cualquier caso es una buena oportunidad para tener un especial encuentro intergeneracional y recordar la importancia que tienen los abuelos en la familia: lo que pueden enseñar, cómo pueden querer y que tienen mucho que aportar.

También el adulto encontrará en él ese sentimiento especial que solo las abuelas saben despertar. Recuerdos, sensaciones, instantes …

Las ilustraciones son tan bellas, tan cuidadas, tan descriptivas y tan llenas de magia que plasman las cualidades de las abuelas y destilan, en cada detalle, en cada rincón, mucho más de lo que en el texto se describe. Te atrapa con todos los sentidos, evocando por ello de forma perfecta la esencia común de todas las abuelas, su capacidad para embargar corazones.

Sobre un suave fondo color arena se erigen estas fabulosas abuelas, llenas de vida, de color o de detalles estrambóticos. Algunas abuelas son retratadas a partir de su descripción literal. Es el caso, por ejemplo, de la tejedora de cuentos, que aparece con sus agujas tejiendo letras. Muchas de ellas llevan detalles en el pelo, sombreros raros (una regadera, un frasco quitamiedos, una caja de herramientas…) o adornos como la abuela costurera, que lleva los alfileres clavados en el moño. Estos sombreros especiales parecen ser un sello personal de la artista.

Cada uno encontrará a su abuela en un tipo o como la suma de varios tipos, y así lo advierte al inicio del libro su autora. Algunos dirán que, si bien se parecen mucho, mucho, ninguna combinación consigue describir a su querida abuela por completo. Y no será por falta de destreza de Raquel Díaz. Es lo que me pasa a mí. Sencillamente porque mi abuela era única en su especie. ¿Y la tuya?

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