¡¡¡Papá!!!

¡¡¡Papá!!!

Gabriela Keselman (autora) y Christian Inaraja (ilustrador): ¡¡¡Papá!!! Madrid: Ediciones SM, 2014.

Papá

Amor y humor son una pareja formidable. Y si hablamos de papá esto es indiscutible. Sobre todo si se nos muestra a papá desde el punto de vista del hijo. En este álbum podemos ver las distintas hazañas de este peculiar héroe, y también sus puntos débiles, su lado oscuro. Pero todo ello forma parte de él y así le queremos. Desde la óptica de los niños realizaremos un largo recorrido por todas aquellas pequeñas cosas que hacen los papás en casa o con sus hijos, esas pequeñas cosas que perfilan la forma de querer que tienen estos héroes.

Podremos deleitarnos al ver cómo el salir a patinar, si se hace con papá, resulta ser ir a bailar por todo el palacio; cómo una pila de platos por lavar se convierten en un papá que usa guantes de submarinista para explorar arrecifes; o cómo el genio de papá sólo a veces «necesita mi opinión» (con una escena en la que la hija domina mejor el uso del teléfono móvil que papá).

Los textos son sencillos, acordes con la expresión de un niño, y las ideas que brotan de la cabeza de Gabriela Keselman son sensacionales. de la mano de Inaraja, que ilustra de forma desenfadada y divertida (podéis ver su estilo aquí) y que acompaña al texto añadiendo información o, mejor dicho, contradiciéndola a menudo y dotando así de una gran carga de humor a la historia, nos entregan un álbum bordado. Sencillez cargada de expresividad tanto en el texto como en los trazos de Inaraja. ¡Bravo!

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La prolífica autora argentina (y española de adopción) tiene una trayectoria admirable en el mundo de la literatura infantil y juvenil, en docencia, revistas y con más de 50 libros publicados y unos cuantos premios, despierta la ternura desde un punto de vista disparatado, alocado, que hará reír y sentirse bien.

Encuadernado en cartoné, sus cuarenta y ocho páginas ilustradas sobre fondo blanco y con textos escritos con caligrafía escolar irregular dotan de esa sensación de leer realmente a un niño. O a muchos. No siempre es el mismo niño el que habla ni del mismo papá, sin embargo no es relevante para la historia, puesto que sólo lo sabemos a través de las ilustraciones. Es un papá universal.

A veces hace de mago. Saca un hechizo sorpresa. Y me deja inmóvil como una estatua.

Me ha encantado la ilustración que acompaña a este texto. ¿Os podéis imaginar al papá mago? ¡Por supuesto! El que lee cuentos. Seguramente mejor que nadie en el mundo.

¡Felicidades a todos los papás!