El increíble niño comelibros

El increíble niño comelibros

Oliver Jeffers (autor e ilustrador): El increíble niño comelibros. México: Fondo de Cultura Económica, 2006. Especiales A la orilla del viento.

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Tras este sugerente título se esconde una divertida trama que narra la historia de Enrique, un niño que, en una tarde de despiste, lame un libro en vez de su helado de fresa. Tanto le gustó que empezó por probar una palabra, a ésta le siguió una oración completa, después una página entera y en poco tiempo ¡todo un libro! A partir de entonces ya no pudo parar de comer libros. Le encantaba comer toda clase de libros, uno detrás de otro y a un ritmo trepidante. Con cada libro que comía, Enrique se iba haciendo más y más inteligente, ¡eso le encantaba! Quería ser la persona más lista del mundo. Pero comer tantos libros y tan rápido empezó a pasarle factura, y las cosas se pusieron muy, pero que muy complicadas. A partir de ese momento, todo lo que iba aprendiendo se mezclaba en su cerebro cual revoltijo se tratara.

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De repente ya no parecía tan listo. Más de uno le recomendó que ya no comiera más libros. Finalmente, tras decidir dejar de comer libros, Enrique descubre que le encanta leer y que si leía mucho, todavía podría llegar a ser la persona más lista del mundo, aunque necesitara más tiempo para ello.

El increíble niño comelibros es un fabuloso cuento ilustrado que nos muestra una historia sencilla y directa, ampliada, desde el punto de vista estético, con un formato y unas ilustraciones que hacen de él una lectura muy dinámica. Oliver Jeffers nos ofrece dibujos sencillos, de gran tamaño y con un diseño muy cercano al público infantil. Sus sorprendentes composiciones, realizadas a través de un extenso abanico de técnicas mixtas (collage, acrílico, óleo, acuarela…), aportan un ritmo ágil en la lectura y dotan al conjunto de la obra de una gran fuerza narrativa. Cada página es distinta de la anterior, algo que aumenta la agilidad de la que hablamos. Sus ilustraciones ofrecen un juego con el lector, quien irá descubriendo pequeñas historias en el fondo de cada página. Al final del libro encontramos una advertencia:

Por favor NO intente comerse este libro en casa.

Sorprendentemente en las últimas páginas y en la contracubierta ¡falta un trozo del libro! Algo que deja la historia inacabada, ¿habrá vuelto Enrique a sus andadas?

A través de esta lectura, muchos niños descubrirán lo fantástico que puede ser perderse entre las páginas de un libro y cómo encontrar en ellos la sabiduría.

Ya sabéis: ¡a devorar libros! (en sentido figurado, claro está).