Ver la Luz

Giuliani, Emma: Ver la luz. Madrid: Kókinos, 2013.

Ver la luzAllí donde destilan la emoción pura, dejaron caer una gota para impregnar este libro. La vida se resume en los doce versos del poema que contiene. O más que resumirse se magnifica, se exalta, cobra sentido. Aprendiendo aquello de «que los árboles no te impidan ver el bosque», el ver la vida en 12 páginas te permite apreciarla mejor, contextualizar sus fases.

Nacer en un vasto universo.

Vivir gracias al calor de otro,

y después darlo también.

Compartir los colores

para aumentar la belleza. […]

Este breviario de la existencia es, como poema, excelente. Pero la voz de la autora no enmudece en los márgenes de sus palabras: nos amplía el sentido hablándonos también con sus ilustraciones. Podría haber elegido muchas metáforas para representar el ciclo vital, y decidió escoger una que le brinda especial juego en sus artificios de diseño gráfico: la flor. La flor que abrimos con los dedos una y otra vez, de tan diversas formas, las flores que volteamos en la cabeza de un niño, los pétalos que desenvolvemos como un pañuelo aburruñado. Giuliani pinta en sus páginas un delicado paisaje de siluetas en sombras; y el lector pasea sus ojos por las páginas y con sus manos da color a las imágenes, tocando, abriendo, cerrando.

Ver la luz desplHemos visto muchos librojuegos, pero pocos tan redondos como éste: la redondez del sentido del poema; la perfecta armonización de las ilustraciones; los inteligentes detalles narrativos, como la mariquita de cada doble página, que es de algún modo la presencia del lector en el libro, nuestro símbolo como espectadores de la maravilla que es ver la vida iluminándose y apagándose.