El niño con bigote

El niño con bigote

Esteban Cabezas (autor) y Alejandra Acosta (ilustradora): El niño con bigote. México: Fondo de Cultura Económica, 2010. Mención honorífica en el XIII Concurso de Álbum Ilustrado A la Orilla del Viento.

FM9191La prisa por hacernos mayores es algo que hemos experimentado la gran mayoría de nosotros cuando somos pequeños en forma de sueño, a través del juego simbólico… Se trata de algo universal que nos atrae por el hecho de poder acceder a ese mundo prohibido, el mundo de los mayores, donde, a ojos de los pequeños, no existirían límites. A Juan, el protagonista de esta curiosa historia, se le convierte en realidad ese sueño y un buen día, al despertar, observa como un enorme bigote ha aparecido en su infantil cara. El desconcierto inicial se apacigua al pensar todo lo que podrá hacer con ese nuevo aspecto, como por ejemplo ir al cine y ver películas de mayores. Esa felicidad inicial se convierte en tristeza al pensar en esas rutinas aburridas y cargadas de responsabilidad, según él, que les toca cumplir a los mayores: beber café, vestir de traje e ir a trabajar… ¿Beber café, trabajar? ¡Eso no es lo que quiere Juan! Él quiere seguir desayunando lo mismo de siempre, jugar… ¡Quiere seguir siendo un niño!

¿Podrán unas tijeras reparar el problema y poner las cosas en su sitio?

Asistimos otra vez, a través de esta lectura, a la importancia del humor absurdo en las historias infantiles como fuente de experiencias imaginarias que nos proporcionan comprensión del mundo que nos rodea y nos dan a conocer la evolución normal, natural, de distintos aspectos. Humor necesario para hacer trabajar nuestra imaginación, y con ella activar la palanca de la creatividad y la diversión, aportando, a su vez, un creciente gusto por la lectura. Así pues, la imagen de un niño con bigote resultará cómica y absurda para los niños que, de entrada, saben que no puede ser posible. Este puede ser el punto de partida para aprovechar la situación y promover el despliegue de todo su potencial imaginativo creando historias o situaciones imposibles que les obsequiarán con una fuente de diversión inagotable.

Las ilustraciones de Alejandra Acosta complementan el breve y sugerente texto de Esteban Cabezas, jugando con el dinamismo de esos primeros planos detallistas que dotan, aún más si cabe, de gran expresividad a las imágenes.

Una historia muy original, editada por FCE, en la que un bigote, gran simbolismo de la edad adulta, se convierte en un problema de identidad para nuestro protagonista.