La ladrona de sellos

La ladrona de sellos

Txabi Arnal Gil (autor) y Julio Antonio Blasco (ilustrador): La ladrona de sellos. Zaragoza: Edelvives, 2014.

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Alguna vez os habéis preguntado: ¿qué podría pasar en tal cuento, si continuara, una vez terminado tal y como lo conocemos? Esta es una técnica que podemos utilizar con nuestros hijos, alumnos… para potenciar la creatividad narrativa. Os sorprenderían las originales historias que se crean y cómo se pone en funcionamiento la capacidad creativa e imaginativa de los niños al inventar posibles situaciones de continuidad a cualquiera de los cuentos que les son contados.

Este sería el caso del cuento que hoy os presentamos. Una historia divertidísima y cargada de ternura que nos narra una segunda parte muy original del clásico de Caperucita Roja. Empieza el relato con una breve explicación de lo sucedido en el final del cuento tradicional, y nos pone en sabiendas del sentimiento de culpa de nuestra peculiar Caperucita, tras la muerte del lobo. Así es como decide pedirle perdón al lobo por su trágico final. ¿Cómo se las ideará nuestra protagonista para conseguir su propósito?

Dicen que han desaparecido los sellos de la oficina de correos. Dicen que, del susto, el cartero casi se queda tieso… ¡Dicen que caperucita tiene algo que ver con eso!

Caperucita decide escribir cientos de cartas y robar los sellos tan preciados que le permitirán enviarle sus disculpas al lobo, allá donde sea que se encuentre. Desafortunadamente, las cartas no llegan a su destino. Aquí es donde entra en escena el cartero, que se convierte en fiel aliado y mostrará la solución a Caperucita para que pueda comunicarse con el lobo y expresarle sus sentimientos.

Txabi Arnal nos ofrece un texto cargado de imaginación y cariño, tratando temas como la amistad y los sentimientos con un tono muy adecuado y con total naturalidad, algo que enganchará a sus lectores (tal y como ha ocurrido conmigo). Y ¡qué decir de las ilustraciones! Nuestro querido Julio Antonio Blasco nos ofrece imágenes de gran calidad, utilizando la técnica del collage junto con dibujos de líneas sencillas y grafismo infantil. Ilustraciones a todo color, donde predomina el rojo, para crear un mundo acorde al texto que nos es narrado, ampliando la información que éste nos da. Un valor añadido son los bocetos que nos son mostrados al final de la historia, al igual que la colección de postales que nos ofrece el autor para que podamos enviarlas a nuestros seres queridos.

Para vuestra información, hasta el 31 de mayo podréis encontrar una exposición sobre “Caperucitas al rojo vivo” en el Museo ABC de Dibujo e Ilustración, en la cual participa Julio Antonio Blasco con sus ilustraciones y dioramas. Más información aquí. ¡No os la perdáis!