La zanahoria

La zanahoria

Laia Domènech: La zanahoria. Santander: Milrazones, 2015

zanahoria

La zanahoria es un entrañable cuento tradicional chino sobre el valor de la amistad y la solidaridad, ilustrado con una delicadeza muy especial por parte de Laia Domènech.

¿Qué hacer con una apetitosa y enorme zanahoria que alguien ha dejado en la puerta de tu casa si ya estás saciado? El conejo protagonista de esta historia lo tiene verdaderamente claro: dársela a alguien que la necesite más. Así, piensa en el águila que acaba de tener polluelos, dejándosela como regalo. Pero parece ser que el águila ha tenido un buen día y tampoco la necesita, por lo que continúa una cadena donde el pensar en los demás es el centro de las acciones de unos animales muy generosos en los que no hay resquicio de duda. Al águila le sigue el jabalí y a éste … ¡un sorprendido conejo! que ve cómo su buena acción tiene su recompensa. De nuevo la zanahoria está en sus manos y de nuevo el dilema de qué hacer con ella. Esta vez la entierra hasta tener una mejor idea. Pero toda siembra tiene sus frutos y el conejo recogerá una gran cosecha y nada como tener buenos amigos con los que compartirla.

El texto rezuma oralidad y tradición en cada página, destacando un estilo narrativo muy cercano a las fábulas, aunque en esta ocasión la moraleja no se presente de forma tan explícita. Sin duda, se trata de un relato del que pueden disfrutar los pequeños lectores: lenguaje adecuado y enriquecedor, estructura que facilita su implicación, valores que se vivencian, animales sensibles y empáticos, al que se suman las ilustraciones de Laia Domènech, un homenaje a la tradición pictórica oriental de paisajes verticales en consonancia con el origen del relato, destacando el propio formato (de una llamativa verticalidad), la precisión, el ambiente sugerente y detallado con tinta y acuarela, los paisajes montañosos, los torrentes de agua… Todo se conjuga para recrear un escenario de ensoñación, bucólico, lejano en el espacio y en el tiempo, anterior incluso a la presencia del hombre, en el que los animales protagonistas viven como en una arcadia.

En definitiva, un libro muy cuidado estéticamente, con un contenido muy recomendable para los más pequeños, una buena adaptación de la milenaria tradición china.