La niña que se quitó su sombra

La niña que se quitó su sombra

Iñaki R. Díaz, Rosa Modrego (autores), Laura Moreno (ilustradora). La niña que se quitó su sombra. La Tribu Ediciones. 2015

 

La-niña-que-se-quitó-su-sombraTuvimos la oportunidad de estar en la presentación de este magnífico álbum ilustrado donde observamos el impacto que la historia tiene en los niños. Todos alucinaban con las locas ideas que su protagonista, Helena, pone en práctica para deshacerse de su sombra. Efectivamente, Helena está cansada de su sombra. Cree que es la culpable de todas sus desgracias. En su búsqueda de soluciones topa con su sabia abuela que le muestra el camino. Pero, ¿será el camino adecuado?

Con un argumento que engancha desde el principio, donde la sombra se convierta en el personaje antagonista, el antihéroe de la historia. Con una ambientación muy familiar y cercana a los niños que les ayuda a sumergirse plenamente en el cuento. Y, con una desenlace fatal propio de las mejores historias de fantasía posibles, el interés por su lectura queda claro.

Resulta divertida, con una clara inmersión en los cuentos de hadas, no sólo por la susodicha sombra, propia del mismísimo Peter Pan, sino que además aparecen elementos como un  libro o recetario mágico que ayuda a separar la sombra, propia de un libro de conjuros de brujas (quizá la abuela tenga algo que ver en ello), porque ¡a nadie se le ocurriría aconsejar semejante idea!. Helena aprende bien pronto que sólo ella misma será capaz de solucionar sus problemas, a través de la experiencia, y que el error solo es un paso para el aprendizaje. Y, por supuesto, que ningún  error es irreparable.

Otra manera de ver las cosas, de aprender de la vida y de procurar que aquellos niños que jamás cometen un error no se hundan cuando les suceda. Saber superar las complicaciones, conocer el valor de  la resiliencia es algo fundamental hoy en día y esta es una primera aproximación a todo ello. Por otro lado, ese hacer lo que me apetece, porque sí, tiene sus consecuencias y es fácil verlo en este álbum para que los niños conozcan el poder de sus actuaciones, la causa-efecto que implican su actos y, como a veces, es importante reflexionar antes de actuar con impulsividad.

Todo el álbum está escrito con letra caligráfica lo que se puede aprovechar para primeros lectores tanto en el aula como en casa, para desarrollar su competencia lectora acorde al currículo escolar.

En toda la obra son cruciales las ilustraciones. Divertidas, encantadoras y perfectas, reflejan y complementan idóneamente el texto otorgándole la personalidad necesaria para triunfar. La manera en que se pica la curiosidad por la lectura del texto es con una primera ilustración inicial previa a la página principal del libro. Te descoloca, pero te incita a más. El gesto de Helena es justo el que se busca.

En contrapartida, las escenas familiares ambientadas en un entorno más rural que incluyen la casa en las afueras, el colegio también con un estilo rural,  el padre cuidando del jardín, la madre cosiendo y la abuela, con ese aire de matriarca cocinando, cosiendo y cuidando de la nieta y con su aire de brujilla (la ilustración lo deja algo más claro: nariz curvada, moñete gris…) contrastan con otros elementos,  como es cuando aparece el tráfico en las calles y le dan poca coherencia al conjunto.

Un libro que se deja leer y con el que disfrutaran los niños en ese alarde por hacer lo que quieran. Pero que no se dejen engañar, que todo tiene su moraleja y los valores están presentes en el libro, simplemente atravesando otra puerta menos habitual y más creativa.