Mizu, pastor de nubes

Mizu, pastor de nubes

Bea y Silvia Gil. Mizu, pastor de nubes. Editorial Algar. 2015

MIZU

No es fácil empatizar con algunas necesidades vitales que suceden en el mundo, especialmente aquellas que tenemos lejos y donde la única manera de tenerlas cerca es a través de documentales o noticias desgarradoras.

Con Mizu nos acercamos a la sequía de una manera un tanto peculiar, por los sentidos. La portada de este álbum ilustrado es en sí misma impactante. Vemos una ciudad cuarteada, árida hasta el extremo que ha aprovechado esas profundas grietas para construir sus calles. Si la viéramos a cierta distancia no se distinguiría si quiera de un fragmento de tierra seca. La metáfora visual es perfecta para introducirnos Arán, una ciudad donde el racionamiento de agua se convierte en el día a día de un pueblo sin esperanza de futuro. Las tonalidades utilizadas presagian esa muerte lenta, de sed, donde la ciudad se ve arrastrada.  En un alarde de esperanza aparece Mizu, ataviado de color azul, contrastando con la tristeza de grises arenosos, que todavía conserva las ganas de vivir. La creatividad de Mizu para con sus nuevos amigos provocan la llegada de la lluvia a un mundo donde la ambición habría acabado por destruir la tierra.

Las ilustraciones son poderosas y ellas solas se bastan para entender el mensaje medioambiental que promueve el texto.

Utilizar una narrativa tan visual para introducir mensajes de cuidado medioambiental, de ecología, de consumimos y abrir un debate en el aula donde se confirman las fatales consecuencias de la carencia de empatía hacia nuestro entorno facilita el acercamiento  determinados valores complejos que de otra manera sería difícil tratar en las primeras edades. Recomiendo para entablar un diálogo entre todos donde valorar lo que tenemos, y descubrir que nosotros podemos hacerlo diferente.

Os invito a descubrir qué hace que Mizu se convierta en pastor de nubes y suponga un antes y un después en la manera de observar el mundo.