¿Un paseo?

¿Un paseo?

Nono Granero (Autor e ilustrador). ¿Un paseo? La Guarida Ediciones, 2016, pp. 48

Presentamos la historia de Botón y René, una simpática tortuga y su dueño, que salen a pasear un rato. Podríamos decir que todo entra dentro de lo normal pero lo cierto es que un lector con buen ojo, pronto se dará cuenta de que cada página encierra sorpresas. Cientos y miles de sorpresas. Un álbum que nos recuerda a El hilo de la vida de Davide Cali y Serge Bloch, otra maravilla ilustrada.

Comenzamos por los protagonistas. Una tortuga con la bandera a cuadros de la Fórmula 1 estampada en el caparazón (no podemos decir que el animal no avisaba de sus intenciones desde el principio) y un simpático joven de nombre René cuyo sombrero parece habérselo prestado un tal Magritte.

Doblamos la página y nos encontramos de pronto en una película de cine mudo, con el mítico fondo negro y letras blancas enmarcadas con una sencilla cenefa. Y es una buena pista de lo que nos espera después, porque el álbum también es mudo: tan solo el intertítulo inicial y otro final presentan texto. Esto promete. Las ilustraciones, a dos tintas, con todo en blanco y negro menos la correa de Botón que reluce en un llamativo amarillo.

Y a partir de ahí, comienza un juego de intertextualidad que engancha al lector y llega a generar tensión entre el deseo de saber dónde ha ido Botón y el ansia exploradora de quien quiere revisar cada detalle de la página. Y es que, con cada lectura, hemos encontrado una referencia nueva, un guiño divertido que había pasado inadvertido, ¿o quizás hemos sobrepasado la línea y ya vemos alusiones donde no las hay? Eso quedará entre el autor y el lector. Aunque me encantaría saber si soy la única que ve un carnaval de los animales convertido en orquesta y tocando al unísono una partitura.

Tampoco se nos escapa el juego de planos que nos presenta Nono Granero, con contrapicados y planos cenitales incluidos, abriendo aún más el camino de ida y vuelta entre el cine y el álbum ilustrado, que lleva años ganando adeptos.

El formato y los peritextos, acompañan a las mil maravillas. Un álbum apaisado, particularmente estrecho para marcar aún más la importancia de la visión de izquierda a derecha para el desarrollo de la narración. Las guardas, con un entresijo de líneas amarillas que parece no tener fin, podrían representar un mapa del recorrido hecho por los protagonistas en su paseo.

En definitiva, un bonito álbum para leerlo y releerlo. Para aprender sobre las posibilidades de la intertextualidad y el juego de planos. Y para echar la tarde buscando alusiones o inventándose las que cada cual prefiera.