Las bolsitas de la señora T

Las bolsitas de la señora T

Paula Merlán (autora), Mar Blanco (ilustradora): Las bolsitas de la señora T. León. Amigos de papel. 2015.

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Siempre ha sido objeto de fascinación para el ser humano. Desde Machado hasta Albert Einstein, pasando por el Conejo Blanco de Alicia (aunque no sea humano, aceptemos pulpo por mascota). Por la percepción subjetiva que produce, por la dificultad para asimilar su concepto, porque nunca es exacto sino que siempre nos sobra o nos falta, por cómo puede dominar desde nuestras más altas cotas de estrés hasta nuestro más profundo hastío… Podemos perderlo, aprovecharlo, disfrutarlo, malgastarlo, medirlo, compartirlo o verlo pasar. El tiempo es un tesoro caprichoso al que todos quisiéramos manejar a nuestro antojo.

La señora T se siente sola y aburrida en su gran mansión. El tiempo le pasa muy despacio y decide que tiene que encontrar la forma de acelerarlo. Así que tiene una estupenda idea, que es la de atrapar segundos para que los minutos sean más cortos. Los recoge de todos los relojes y los mete en una bolsa… pero no es suficiente, así que sigue desmenuzando esa idea de atrapar el tiempo y la exprime al máximo. Y con ella introduce al niño en esos conceptos relacionados con el tiempo: a través de sus partes (horas, minutos, segundos), del orden (primera idea, segunda idea, tercera idea). Incluso las clasifica en bolsas de colores: verde, roja, amarilla y todas ellas contenidas en una caja azul.

Reducidos los días a la mitad de duración, recibe la visita de la señora Agobios, a la que le falta tiempo en el día para realizar sus tareas. Así es como la señora T empieza a repartir el tiempo que tiene con los que lo necesitan. Y cedió tanto tiempo que se le agotó. Entonces lo añoró, se apenó por no utilizarlo para deleitarse en pequeños tesoros de la vida como caminar por la arena. ¿Logrará la señora T volver a disfrutar, cuando ya se ha agotado su tiempo?

Las bolsitas de la señora T es una obra centrada en el tiempo, en el paso del mismo. Pero no se queda ahí, cuenta mucho más que la historia de una señora aburrida. Paula Merlán trabaja su argumento con una riqueza de matices , asociaciones, valores… y lo hace con tal delicadeza e inteligencia que consigue elaborar una gran metáfora, lírica en su contenido, y con muchas lecturas a la que sabrá acompasar a la perfección su ilustradora Mar Blanco.

La señora T está sola y su mansión se le viene encima: tiene bienes materiales, pero la soledad hace que se sienta infeliz. Muy acertada, por cierto, la ilustración de la señora T con su mansión a cuestas, enfatizando esta idea. Tras pelear con el tiempo, nuestra protagonista decide regalarlo a quienes lo necesitan. ¿Qué mejor regalo puede hacer alguien que dedicar su tiempo a los demás? Las creadoras juegan con todos los elementos de la obra, por ejemplo, utilizan la personificación del tiempo en las ilustraciones, la codificación del intangible tiempo al darlo a los demás en las bolsitas que lo contienen… Desde luego es una propuesta que no deja nada al azar.

El paso del tiempo puede apreciarse también en la señora T, que va ganando un aspecto canoso y más agotado a medida que avanza la historia. Por el camino nos radiografían el panorama de las prisas del día a día a través de los personajes que visitan a nuestra querida señora T. Y nos recuerda que debemos vivir la vida al máximo, y que a menudo esto se hace a través de las pequeñas cosas que dejamos para otro momento. Porque el tiempo agotado ya no se puede recuperar. Finalmente, y de un modo dulce, metafórico y natural, Paula Merlán y Mar Blanco nos retratan la muerte en esta obra. El tiempo se agota en algún momento para todos, pero nos transmiten un mensaje positivo: vive la vida, comparte tu tiempo dándote a los demás, y cuando mueras no te preocupes, el tiempo perderá todo su poder. Te esperará la eternidad en la mejor de las compañías.

La joven y familiar editorial Amigos de papel ha apostado por una gran obra, que además de hermosa nos deja poso, como el té, genial juego de palabras en su título, porque este álbum es puro detalle. Y la edición no es más descuidada, en tapa dura y con hojas gruesas, satinadas, en la que se imprimen las bellas ilustraciones a doble página, con una tipografía adecuada en tamaño y tipo de letra, cómoda para su lectura y con un poco de juego en el color, tamaño, disposición… pero sin perder de vista la necesidad de una fácil lectura.

La presentación de este libro podéis verla en nuestro blog, donde disfrutaréis con su ilustradora y la editora Asunción Carracedo contando la historia con la técnica del kamishibai. Próximamente publicaremos también una entrevista realizada a su autora y a su ilustradora. Seguro que será un placer saber un poco más acerca de su trabajo.