Perrock Holmes

Isaac Palmiola: Perrock Holmes: dos detectives y medio. Barcelona: Montena (Penguin Random House), 2017. Ilustraciones de Núria Aparicio. 128 pp.

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Dos medio hermanos: Diego y Julia. Un club de detectives: el Mystery Club. Un villano que se pinta las uñas de colores horteras. Un perro detective con sorprendentes poderes. Estas son las piezas del primer libro de Perrock Holmes, la nueva serie de novelas detectivescas del sello Montena.

Ahí están enseguida: los personajes son presentados con una ficha descriptiva y su imagen en las dos primeras páginas, como en muchas novelas juveniles. Diego y Julia se trasladan a vivir juntos a la casa de sus respectivos madre y padre, que se acaban de juntar. Eso no les hace ninguna gracia. Pero ninguna. Andan a la gresca todo el rato hasta que sus padres, con inesperada lucidez, les regalan un perro. Este perro será Perrock, claro. Un animal que habla y que además tiene un poder extraordinario cuando le rascan la barriga. ¿De dónde ha podido salir un perro así? Bueno, eso es precisamente lo que tendrán que averiguar Diego y Julia, en esta primera aventura.

El libro posee una intriga rápida y entretenida; todo sucede en menos de un día, no hay descansos ni remansos, la corriente te lleva a toda prisa página tras página, y no es fácil despegarse. Se añade como ingrediente un toque de humor en la relación de los medio hermanos, que siempre se están diciendo lindezas irónicas que nos sacan la sonrisa. Con todo, esta pareja descubrirá que, a pesar de llevarse tan mal, se complementan el uno al otro para resolver los misterios. Un buen mensaje, pues, implícito en el libro: cooperemos aunque haya diferencias; o mejor: cooperemos porque hay diferencias.

El libro está lleno de referentes sociales actuales: iPhone, Mr Potato, Google Maps, Pocahontas (la de Disney), Fernando Alonso… Suponen un atractivo baño de realidad y son, una vez más, algo típico en la novelística infantil y juvenil actual. La pregunta es, sin embargo, ¿no convierte esto el libro en un producto perecedero o no lo llena de potenciales lagunas de sentido? ¿Sabrán todos los lectores dónde está la Plaza de Catalunya, qué es un furby, o quién fue la señora Fletcher?

El diseño del libro tiene el atractivo de unas cubiertas en cartoné y el canto de color amarillo. Dos carnés de detective esperan al lector en la última página, y le permitirán jugar a ser del admirado Mystery Club e identificarse más con la historia. Por dentro del libro, se juega a distinguir palabras con diferentes tipografías, introduciendo en ocasiones fragmentos en mayúsculas, para ser resaltados; también en la línea de muchas publicaciones actuales… ¿Estamos en el auge de esta moda, o esto no ha hecho más que empezar?

Perrock Holmes nos ofrece, en definitiva, una nueva serie de libros de entretenimiento sin más aspiraciones, que basan su éxito en un ritmo narrativo ágil, situaciones de comicidad absurda, humor verbal irónico, y dos personajes con los que es fácil identificarse. Ya se han publicado tres libros. Este era el primero. Y, en opinión de un niño de 9 años que los devoró en dos días, el segundo supera a este.