Nadarín

Nadarín

Leo Lionni (autor e ilustrador): Nadarín. Sevilla: Kalandraka (col. Libros para soñar), 2012.

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Nadarín es una historia de fuerza y superación protagonizada por un pequeño pez negro, el único de un banco de pececillos rojos que sobrevive al ataque de un atún. Asustado tras la embestida, huye a las profundidades donde descubre la enorme diversidad del océano, aprendiendo a superar sus miedos con coraje e ingenio.

Su autor, Leo Lionni, creador del inolvidable Frederick y del interesante Pequeño Azul y Pequeño Amarillo, nos regala una obra de gran calidad artística, característica constante en sus libros, en los que la aparente sencillez se revela en sutil y extraordinaria forma de tratar temas y técnicas artísticas. Nadarín no es una excepción. En él nos presenta un magnífico engranaje de palabra e imagen, ambas tremendamente expresivas y evocadoras, igualmente cuidadas, y en el que pareciera pintar con palabras y escribir con imágenes. Mediante un texto breve, pero muy descriptivo, sugerente y con atractivos recursos literarios, y unas ilustraciones espectaculares, casi murales a doble página de la vida en el mar, cuadros de acuarela cargados de movimiento y cromatismo, Lionni construye una historia sobre el valor de la diferencia, la cooperación y la solidaridad, valores que son transmitidos sin que el mensaje final resulte moralizante.

Es fácil deleitarse en las ilustraciones, ya desde la propia portada.  No obstante,  en Nadarín pintura y escritura son tratadas de tal forma que los discursos que el autor origina en torno a ellas pueden  ser extraídos el uno del otro  sin que pierdan riqueza y calidad.  Se muestra aquí la genialidad de Leo Lionni, quien es capaz de crear una historia inolvidable tanto plástica como verbalmente, una historia de suma calidad que no relega a ninguno de los dos lenguajes a un segundo plano.

En definitiva, una excelente ocasión para mostrar la riqueza de la diversidad y el concepto de cooperación; un libro para sumergirse y disfrutar del poder evocador de la palabra y la fuerza narrativa de las imágenes; una gran oportunidad para  acercar a los más pequeños a la creatividad y al arte.