El corazón y la botella
Oliver Jeffers (autor e ilustrador): El corazón y la botella. México: Fondo de Cultura Económica, 2010.
Leer las historias de Oliver Jeffers siempre es un placer, y más aún el indagar en el fondo de sus ilustraciones, observando sus trazos, colores, composiciones… y la belleza y sencillez con la que plasma en cada lámina, de forma magistral, lo que nos cuentan (y lo que no) las palabras escritas.
El corazón y la botella narra la historia de una niña que, desgraciadamente, le toca sufrir una gran pérdida (suponemos que se trata de su padre o de su abuelo). Antes de que esto sucediera, ella era curiosa, inquieta, imaginativa, fascinada por todo lo nuevo, con ganas de descubrir el mundo… Tras ese terrible acontecimiento, su perspectiva ante la vida cambia y su corazón deja de palpitar, de sentir esa vivacidad y curiosidad por lo que le rodea. Se siente insegura y decide meter su corazón dentro de una botella, para ponerlo a salvo y no sentir el dolor. El encuentro con una niña, que le hace recordar cómo era ella antes de sufrir la gran pérdida, hará que busque la solución para no tener que cargar con esa pena y volver a ser la misma que fue años atrás.
Se trata de un álbum ilustrado en el cual las ilustraciones dotan de pleno sentido a la historia al tratarse de imágenes que cumplen, al igual que el texto, una función narrativa que además de acompañar al texto, aportan un complemento esencial en la historia. Un buen ejemplo de lo dicho anteriormente serÃa la metáfora ilustrativa de un sillón vacÃo que aparece en el momento en el que desaparece el hombre que acompañaba a la niña. Ese sillón vacÃo simboliza la muerte de ese ser querido. Es algo que nos es contado por las ilustraciones, no existe texto que mencione este hecho. También el peso de la botella con el corazón que carga la protagonista de la historia colgada en su cuello, nos da a entender el peso que supone para nuestras vidas el no reponerse de las tragedias que pueden llegar a sucedernos.
Una conmovedora historia que toca nuestras fibras sensibles, donde muchas veces la lógica, los sentimientos, la pasión y la razón dejan de ser tangibles en nuestras vidas durante un periodo de tiempo en el que nos sentimos perdidos, inseguros y sin saber hacia dónde dirigirnos. Hasta que llega la revelación, la solución, a través de un pensamiento, que hace darnos cuenta de que nuestra actitud y reacción ante tal suceso quizá no haya sido la más adecuada.