¡Por favor! y ¡Gracias!

Blas Miras (autor) y Virginia García (ilustradora): ¡Por favor! y ¡Gracias! Castellón: Dylar, 2013. 28 pp.

PorFavor

La editorial educativa Dylar publica, bajo el nombre de colección «Ratón Blanco», una serie de libros destinados a la formación en valores de los más pequeños. No en vano, el subtítulo de la colección en la contracubierta es «Aprende a hacer amigos», donde ya apreciamos el propósito. Hasta el momento, han publicado cuatro títulos: ¡Por favor!, ¡Gracias!, Lo siento y Te lo dejo.

El simpático personaje de Ratón Blanco protagoniza los sucesos de cada libro, en la más pura tradición de las fábulas de animales: cada libro plantea un problema al ratoncito, que se resuelve y da lugar a una moraleja. Aunque, al contrario que muchas fábulas, la enseñanza no suele producirse a contrario (como la cigarra, castigada, o las zorras que acudieron al panal, por ejemplo), sino prorsus, o a favor. Y es que Ratón Blanco es un ratón bueno, al que las cosas le salen bien porque se porta bien, y soluciona los problemas usando las palabras del título.

En ¡Por favor! nos acordamos de aquello que los padres suelen decir a los niños pedigüeños: «¿cuáles son las palabras mágicas?»; pues, efectivamente, «por favor» funciona como palabra mágica que resuelve el conflicto de Ratón Blanco. Es este un libro que recordará a ¿A qué sabe la luna? de Michael Grejniec en su estructura, digamos, «tantálica». Aunque el fin didáctico es mucho más explícito.

El formato de los libros es casi de tipo álbum, con ilustraciones a doble página y tapa dura; son ediciones que no han escatimado en la calidad de los materiales. A la ilustradora le gusta desplegar en ellos su interés por los detalles de flora y fauna: en ¡Gracias!, por ejemplo, a veces el detalle de una flor de diente de león puede capturarte toda la atención. Hubiera sido interesante que aprovechara a cohesionar la serie de libros con la reaparición de personajes; por ejemplo, el caracol que aparece innecesariamente en varias ilustraciones de ¡Por favor! podría haber sido el mismo caracol de ¡Gracias!. Sin duda hubiera resultado divertido establecer un diálogo así entre los libros.

En definitiva, y en la línea de una editorial con un amplio catálogo de libros educativos, ¡Por favor! y ¡Gracias! constituyen una muestra ejemplar de lo que los especialistas llaman literatura instrumentalizada con fines didácticos. En ese ámbito funcionan bien, y tienen su interés para afianzar hábitos de cortesía en niños de Educación Infantil. Prueba de ello es que han ganado un premio al mejor álbum educativo, otorgado por una asociación de promoción del habla hispana en Estados Unidos.