Consulo Digón (autora), Cintia Martín (ilustradora); +caras. España: Ediciones Tralarí, 2016, 32 pp.

Cuando cae en nuestras manos un libro hecho con tanto cariño y tanto mimo, es un placer poder compartirlo con vosotros. Se trata de +caras, de Ediciones Tralarí, una casa de ediciones independiente que cuida mucho sus publicaciones y las trata y valora como lo que son, pequeñas obras de arte. Podemos decir por experiencia propia, y es que tuvimos la suerte de compartir con ellas un rato en la feria editorial Libros Amigos en Madrid, que su proyecto está lleno de respeto, dedicación y cariño por la literatura infantil. Son unas maestras de la creación y el disfrute de los cuentos (tenéis que verlas contarlos a los peques) y tienen la llave para abrir el mundo de fantasía y creatividad que surge de la reinvención de formatos.

En +caras nos encontramos en la plaza del mercado, en plena hora punta a juzgar por el público que recorre las páginas, y todo parece muy normal hasta que descubrimos que alguien ha robado unos melones. Rápidamente nos ponemos manos a la obra para encontrar al ladronzuelo que ha olvidado pagar y hacemos un repaso a todo personaje de cuento sospechoso del afrutado hurto. Cual actores de comedia veneciana, nos colocamos la máscara para interpretar a cada protagonista en pleno interrogatorio y gracias a un espejo y la magia del reflejo vamos avanzando poco a poco en nuestra investigación.

Casi cualquier cuento, muñeco o incluso objeto, parece incitar a la diversión y la fantasía en manos de gente menuda, pero este lo hace de una manera especial. Con un creativo e inteligente juego de imágenes y palabras al revés, culminado por dos agujeros-ojos, el lector entra a formar parte de la historia interpretando a cada uno de los personajes que asoma la cabeza por las páginas. Las ilustraciones son preciosas,  muy delicadas y enlazando perfectamente una página con otra. Los materiales del libro acompañan de maravilla la estética del proyecto y las guardas forman parte de la historia y están cuidadosamente ilustradas.

Y por si no fuera suficiente, el libro se puede utilizar como periódico espía si alguna vez lo necesitamos en nuestra labor de detectives. Gracias a sus agujeritos estratégicos, podemos sentarnos en cualquier banco con nuestra gabardina modelo Gadget (o Holmes, según los gustos) y espiar a nuestro alrededor sin que nadie sospeche. ¡Este libro son todo ventajas!

Sin duda, expreso mi más sincera recomendación de +caras y animo a descubrir el resto de maravillas que esta editorial ha publicado. Os dejamos a continuación un vídeo de la ilustradora.