Petr Horáček. Pingüino Azul. Barcelona: Editorial Juventud, 2017, 40 pp.

¡Cómo nos gusta Horáček! Nos gustan las tramas que propone, los temas que entreteje para crear sus historias, las problemáticas que plantea. Y nos gusta, ¡y mucho!, su estilo de ilustración: vivo y colorido, con el collage dando cuerpo y volumen a las imágenes.

En esta ocasión, Pingüino Azul nos habla de la necesidad de los demás, de la importancia de la aceptación por parte del grupo, de ese sentimiento de pertenecía que condiciona el ser. Y, por supuesto, del ser.

Entre todos los pingüinos blanquinegros ha nacido uno…blanquiazul. Igual pero diferente, diferente pero igual. ¿Es uno más? ¿Es también un pingüino? ¿No? ¿Qué es lo que nos define? ¿Lo que hacemos, cómo nos sentimos, cómo nos perciben, quién nos acepta? ¿Acaso todo ello? ¿Y en que porcentajes? ¿Y si lo único que nos diferencia es el porcentaje de cada uno de los factores que configuran nuestro ser, como si el ser de cada uno estuviese formado por distintas cantidades de los mismos ingredientes?

Y, como en tantas otras ocasiones, el simple color del plumaje es suficiente para no ser aceptado. ¡Como si todos los blanquinegros fuesen iguales! ¡Ja! La exclusión duele. La impuesta soledad va haciendo mella en el interior de los animales sociales, ¡porque no vivimos solos! ¡Porque necesitamos de los demás! Y en su retiro nuestro pingüino desea estar en otra parte, y canta a la ballena blanca para que lo lleve a un lugar mejor.

El arte del canto que eleva su sueño de una vida mejor atraerá a un nuevo compañero. Alguien que no ve la diferencia de color sino la belleza de su voz. Así, un pequeño gesto como acercarse e interesarse por alguien, ira derivando en una amistad. Y la vida cambia, porque el respeto y el amor contenidos en ese pequeño gesto guardan un gran poder.

La ilustración muestra unos magníficos paisajes antárticos y logra, además, transmitir el paisaje interior de nuestro azul amigo. Sus añoranzas y sentimientos, el pesar, la tristeza, su sueño, el anhelo de una vida mejor. Elementos a partir de los cuales compone el autor esta bella fábula, en tono intimo y tierno, sobre la exclusión, la amistad y la pertenecía al grupo.

Horáček una vez más. ¡Y cómo nos gusta!