Educar en la igualdad puede comenzar en las situaciones de la vida cotidiana, en el dÃa a dÃa. Con mirar a nuestro alrededor y fijarnos un poco, podemos detectar un trato desigual y siempre es un buen momento para pararnos a reflexionar sobre ello y tratar de revertirlo. Nina no solo les planta cara a esas situaciones que le hacen sentir incómoda sino que siempre consigue aprender una valiosa lección.