Anthony Browne (autor e ilustrador): La pequeña Frida. México: Fondo de Cultura Económica, 2019.

«La pequeña Frida», escrita e ilustrada por Anthony Browne y publicada por el Fondo de Cultura Económica, es un homenaje entrañable y poético a la vida de Frida Kahlo. Este libro no es solo una introducción a la vida de la artista mexicana para los más jóvenes, sino también una interpretación mágica de cómo la imaginación y el arte fueron el refugio, y la fuerza, de una niña que aprendió a ser muy valiente desde pequeña.

Desde las primeras páginas, Browne nos transporta a un mundo donde lo real y lo fantástico se entrelazan, reflejando el espíritu de Frida desde la infancia. La historia se centra en un episodio muy doloroso que sufrió nuestra protagonista a muy temprana edad, la enfermedad de la polio. Tras estar nueve meses en cama, ella sueña en un viaje a un lugar mágico y extraño. Se trata de un lugar simbólico que representa su dolor, su soledad, y finalmente, a partir del encuentro con una niña (con la que se ve totalmente reflejada), su fuerza interior. Se trata de un mundo lleno de sorpresas, en donde el descubrimiento de esa niña, y la interacción con ella, impulsa el despertar de su verdadera pasión. Todo ello le ayuda a sobrellevar su padecimiento y descubrirse a sí misma, sintiéndose totalmente libre.

A través de un estilo sencillo y lírico, Browne logra captar la esencia de Kahlo sin abrumar a los lectores jóvenes, logrando transmitirles la idea de que el arte puede surgir de las heridas y los desafíos personales. Las ilustraciones de Browne son, como es característico en su obra, tanto detalladas como profundamente simbólicas. Cuanto más nos sumergimos en el libro, más detalles encontramos, haciendo que cada lectura nos de una visión todavía más amplia del significado de la historia. El autor, utiliza una paleta de colores saturada y vibrante, con tonos intensos de verde, rojo, azul, amarillo… que evocan el colorido del México natal de Kahlo y la intensidad emocional de su obra. En las imágenes encontramos guiños visuales a los elementos característicos de la iconografía de Frida: monos, naturaleza exuberante y referencias a su dolor físico y emocional, que aparecen en las ilustraciones como sombras o elementos surrealistas. Estas imágenes crean una atmósfera de ensueño, cargada de una belleza melancólica que permite a los lectores entrever la complejidad emocional de la que estamos hablando.

Un detalle significativo en La pequeña Frida es la manera en que Browne utiliza los marcos y las perspectivas en sus ilustraciones, aportando un dinamismo visual que invita a la exploración y la reflexión, ofreciendo capas de significado que van más allá de las palabras. Por otra parte, podemos observar a un pequeño espectador (el perrito de Frida) que contempla desde muy cerca el inicio del vuelo de nuestra protagonista hacia ese mundo imaginario; y que la espera a la vuelta para seguir acompañándola fielmente en su viaje de la vida real.

En resumen, La pequeña Frida es una obra cuidadosamente construida, que logra rendir tributo a Frida Kahlo sin perder la frescura y accesibilidad de un libro infantil. Tanto el texto como las ilustraciones trabajan en armonía para captar la esencia de una artista cuya vida fue un testamento de resistencia y autenticidad. Un canto a la vida donde Anthony Browne nos invita, a través de una narración suave y una estética visual poderosa, a mirar al mundo con valentía, sensibilidad y una buena dosis de imaginación.