Marina Aguirre (texto) y Sara Casilda (ilustraciones): En las patas de Fido. Pontevedra: Pepa a loba editora, 2024, pp

Laura no puede salir a la calle tanto como le gustaría.
Así que es Fido quien le lleva noticias del exterior.

El amor entre un perro y su dueña es una conexión pura y sincera, basada en la lealtad, el compañerismo y una entrega incondicional. Es un vínculo en el que no se necesitan palabras para expresar el afecto, porque se comunica a través de miradas, gestos y momentos compartidos. El perro ofrece un amor desinteresado y constante, mientras que su dueña responde con cuidado, protección y ternura, creando una relación que trasciende las diferencias de especie para convertirse en una forma única de amistad y familia.

No somos conscientes de la dependencia o necesidad que tenemos como personas hasta que perdemos esos privilegios. Laura no puede salir de su cama, la causa no se entre lee hasta el final de la historia. Fido se convierte en el mensajero del relato de la vida que acontece más allá de las paredes de la habitación de Laura.

Entre Fido y Laura no hay una relación de amistad, sino que se crea un lazo más profundo, casi de hermandad. Cada carencia de Laura está completada con Fido, cada necesidad de Fido está atendida por Laura. Es una coreografía en la que ambos son protagonistas. El relato del paso del tiempo se construye a partir de la experiencia de Fido, en cada página se cuenta un instante de la vida donde el imaginario de Laura se nutre de las huellas de Fido.

La ilustración realista de Sara Casilda entrega al lector un toque más de humanidad, de naturalidad, para empaparse de las emociones que transmiten tanto el rostro de Laura como los ojos de Fido. La paleta de colores cálidos nos ayuda a crear un ambiente hogareño. Desde este lado, con cada página, el lector va imaginando las circunstancias que llevaron a Laura a no poder salir de su habitación.

Una mañana, Fido se ausenta; aunque no tarda en regresar.
Y cuando lo hace, es con un regalo. Otro más. Uno muy especial.