Antonia Rodenas, Carme Solé Vendrell (ilustración). Iliana, la niña que escuchaba al viento. Editorial Bruño. 2015

Iliana, una niña gitana que vive en el campo, disfruta de las pequeñas cosas que le da la vida, junto a su familia, en especial su madre. Su felicidad está en todas esas pequeñas cosas, donde siempre, está presente su madre. Por ello, cuando a los nueve años su madre fallece su mundo se trastoca y todo deja, simplemente, de ser. Descubre entonces una manera de asumir esa muerte y de superarlo, en contacto con la naturaleza.

 Las ilustraciones corren a cargo de Carme Solé Vendrell, Premio Nacional de Ilustración en 2013, además de otros reconocidos, que reflejan en este texto su interés por la infancia, retratando niñas como Iliana o Zay. La simbología de las imágenes se identifican y complementan la historia. Desde la primaveral escenificación de la primavera juntos  su familia y su madre hasta los nubarrones cuando muere.

Un bonita manera de pasar el duelo y enseñarles a los niños que todo tiene su proceso, que todo pasará y se vivirá de otra manera, que su vida continua y la persona perdida en realidad descansa en su recuerdo, en todo aquello que compartía con ella, como sus paseos por el campo, el mar y finalmente el viento que le devuelve su nombre con  esos aromas tan familiares.