Jon Klassen (texto e ilustración): Encontramos un sombrero. Santander: Milrazones, 2016. Col.: Milratones.

Tras Yo quiero mi gorro y Este no es mi bombín, Jon Klassen cierra su trilogía sobre animales y sombreros con Encontramos un sombrero y lo hace con una gran sorpresa y con su maestría habitual.

En esta ocasión las protagonistas son dos tortugas. Como en los anteriores títulos, el objeto de deseo es un sombrero. Ellas son dos y el sombrero solo uno. El conflicto está servido. Conociendo al autor canadiense nos tememos lo peor, un final de esos que nos deja con la boca abierta por lo inusual en libros infantiles de estas características. Pero en esta ocasión se aleja del humor negro al que nos tiene acostumbrados y nos regala un desenlace cargado de buenas acciones y sentimientos.

Klassen estructura su historia en tres partes: «Encontramos un sombrero», «Mirando la puesta de sol» y «Vamos a dormir», la clásica estructura de exposición, nudo y desenlace, a la que imprime sus rasgos más característicos. No nos resultará extraño encontrar mucho de lenguaje audiovisual en sus páginas, resultando un álbum muy próximo a los cortos de animación de los que el autor es buen conocedor.

El texto se construye a través de un lenguaje breve y sin grandes pretensiones que pone palabras al conflicto que vemos avecinarse desde la primera página. Visualmente, el diseño de sus personajes, escenarios, ambientes y detalles, o la utilización del coloro es inconfundible. De nuevo, imágenes cargadas de fuerza y expresividad en las que no pasan desapercibidos unos ojos cargados de sentimientos de deseo y duda, y de muchas intenciones, algunas de ellas nada buenas. Pero como ya dijimos, en este caso, el final nos sorprende y la ambición y el egoísmo serán enterrados en una mágica noche estrellada.

Como otros títulos publicados por Milrazones, Encontramos un sombrero también está disponible en catalán. No dejéis de visitar la página de la editorial y descargar las actividades sobre la trilogía de Klassen: ¡Agárrate el sombrero!