Recopilación de Charles Perrault (autor) José Ramón Sánchez (ilustrador). Editorial Bóveda. Sevilla.2011

Todos deberíamos contar con una buena recopilación de cuentos clásicos.  No es el caso en esta ocasión.

El elegido aquí ha sido Perrault, con un conjunto de 7 cuentos clásicos en formato apaisado y de tapas duras. El último de los cuentos pertenece a «Las mil y una noches», desconozco el motivo de incluir en una recopilación de Perrault este otro cuento.
Está escrito de manera muy coloquial, especialmente elegida para un público muy infantil, explicando, en exceso, y adelantando acontecimientos, lo que, en cierta medida, coarta la libre imaginación del lector. Demasiado mascado, para mi gusto. Introduce breves diálogos y acelera a ritmo agigantado el paso de los acontecimientos. Para primeros lectores que sólo quieren quedarse con una sinopsis de la historia no está mal, aunque echo en falta algo de vocabulario y algo más detalladas cada una de ellas. Totalmente dulcificados cada uno de los cuentos y acercados a un entorno presente y actual.
Grandes ilustraciones que en algunas momentos ocupan ambas páginas, muy simples y dulces. En varios formatos o collages. A veces apaisadas, otras encarceladas, otras solas sin fondo…

La bella durmiente:
Aunque nada queda del original cuento en que se basa la Bella durmiente al que luego versionó Perrault y los hermanos Grimm dulcificando a más no poder la historia, podemos ver en esta versión lo esencial de estos últimos.
El ya conocido cuento trata la historia de unos reyes que deseaban un hijo y que cuando por fin logran engendrar una hija se ve amenazada por la maldición de una vieja hada. Las desventuras de la pobre princesa la llevan a ser recluida para evitar pincharse con la aguja que causará su muerte/sueño. La curiosidad de la princesa la lleva hasta la vieja hada que logra finalmente ver cumplida su maldición suavizada por el don del hada más joven, provocando el sueño eterno de la princesa hasta que un príncipe enamorado la despierte.
En esta versión el hada mala, pasa a ser una vieja hada gruñona, la rueca pasa a ser una aguja de hacer punto, hasta el punto, que, en ocasiones, resulta hasta jocoso leerlo.
En esta ocasión, sólo se duerme la gente de palacio a excepción de los reyes que deben seguir gobernando y así es como el esperado príncipe resulta serlo del mismo reino (un ligero lío mental). Como en todas las versiones acaba con una final feliz.

Pulgarcito:
Con este relato, encontramos la historia de una familia con 7 hijos, muy pobre, que por dos veces deciden abandonarlos en el bosque a su suerte. El más pequeño y audaz, Pulgarcito, por su pequeño tamaño, descubre una casa vecina donde resguardarse, con la sorpresa de que se trata de la casa de un ogro come niños. Gracias a su valentía e inteligencia escapan sanos y salvos y logran hacerse con las mágicas botas del ogro que son capaces de recorrer siete leguas con tan sólo un salto. Esto lleva a Pulgarcito a ser el cartero real y dejar de ser pobre.
Una vez más con un lenguaje claro, preciso y previsible, con grandes ilustraciones para facilitar la lectura y comprensión de este otro clásico donde se esconde una gran moraleja: no el más fuerte y mayor prevalece.

La cenicienta:
El cuento de Cenicienta, escrito raudo y veloz, destacando la función del hada madrina y su magia, introduciendo elementos picarescos, como la sonrisa de Cenicienta cuando van a probarle el susodicho zapato. Vuelta al acercamiento a un lenguaje simple y llano, con explicaciones exageradas, ahora las ilustraciones copan incluso ambas páginas para celebrar el baile principesco. Describe lo esencial, el porqué de llamarla cenicienta, cada uno de los personajes a pinceladas y la magia y baile que provocan el desenlace de la boda con el príncipe.

El gato con botas:
Cuenta la historia que un gato heredado, logra, por su audacía, convencer al rey de la existencia del inventado Marqués de Carabás. Sus tretas son tales que consigue hacerlo realidad y que se convierta en el príncipe del reino. El valor de la historia es la fanfarronería del gato para sacarse las castañas del fuego. Su pobre amo, «el Marqués de Carabás» que sigue sus instrucciones al pie de la letra y ni pincha ni corta en la historia es el que acaba haciéndose rico y casándose con la princesa.

Piel de Oso:
De como se vence al diablo Piel de Oso bien lo sabe. Haz el bien y se generoso y acabarás rico y amado. Una historia con moraleja de como la bondad de corazón nos hace ricos. Aunque falta el detalle más escabroso de la historia, que no os contaré, para que la descubráis vosotros mismos.

Caperucita Roja:
La historia de Caperucita y el Lobo que habitualmente refleja la desobediencia de la niña por entretenerse en el bosque camino de la casa de su abuelita, a pesar de los consejos de su mamá,  en esta ocasión es más víctima, aún demostrando su real inocencia cuando se encuentra con el lobo y sigue su consejo de seguir el camino «más corto» para llegar a casa de su abuelita. El lobo llega el primero y se zampa a la abuelita, se disfraza de la misma y espera a que llegue Caperucita. El habitual ritual de «¿qué ojos más grandes tienes?para verte mejor…» conlleva el hecho de que también se zampa a Caperucita. En esta versión son los ronquidos del lobo los que alertan a unos cazadores que por allí pasaban para generar ese final feliz de cuento de cómo las pequeñas e inocentes criaturas deben seguir los consejos de sus padres, y, sobre todo, no fiarse de extraños.

Las babuchas de la mala suerte:
Una de las mil historias de la afamada «Las mil y una noches» donde un riquísimo comerciante no quería cambiar sus babuchas por otras nuevas, a pesar de lo estropeadas y viejas que estaban, por pura avaricia y tacañería. Llega el momento en que este hecho le causa graves molestias hasta arruinarle por completo después de varias desgracias con las babuchas por medio. Es por ello que gracias a un amigo sigue adelante con su vida y desde entonces siempre calzó con estilo. Con moraleja incluida donde prevalece la generosidad frente a la avaricia que no te llevara a nada bueno, seguro.

En conclusión, poca calidad literaria, poca originalidad en los relatos no muy bien simplificados e ilustraciones llevaderas para una recopilación de la cual lo más atrayente son sus tapas.

Juzgad vosotros mismos.