La herencia del Capitán Bañuelos
Javier Fonseca García-Donas: La herencia del capitán Bañuelos. Ilustración de cubierta: Issa Galleg. Madrid: Ediciones Diquesí, 2014. Serie: La mancha Morata (título 1º)
Los hermanos Mar y Álex Morata son los protagonistas de esta nueva colección de la editorial Diquesí, una apuesta por la narrativa de ficción cuyo eje principal es el misterio. Estos personajes han sido creados por Javier Fonseca, autor de dilatada trayectoria literaria en el campo de la LIJ (Tras los pasos de un zapato aquí también en Literatil), profesor en la Escuela de Escritores de Madrid y experto en pensamiento creativo.
Mar y Álex son hermanos, sí, ¡y gemelos!, lo cual les hace compartir más cosas de las que a ellos les gustaría, especialmente pandilla, clase en el instituto y una marca de nacimiento en el brazo izquierdo, marca de todo Morata que se precie, rodeada de mucha leyenda e historia. Pero también forman un fántastico tándem que más de una vez les ha sacado de apuros. En esta ocasión, los hermanos se ven envueltos en una aventura que se desarrolla a caballo entre La Habana y Madrid. La música, la vida de ultramar, las nuevas formas de comunicación, el humor o una familia un tanto peculiar son algunos de los elementos que se conjugan en una historia cuyo misterio se centra en descubrir el paradero de unas canciones que el difunto capitán Bañuelos, un hombre bohemio arrastrado por la fatalidad de su enamorada, la Negra Isaura, dejó escritas para su hija, Olivia Valdés, la cantante más famosa del momento y de quien Mar y Álex son fervientes admiradores. Pero alguien más sabe de la existencia de esas canciones, tiene más pistas y está decidido a apoderarse de la herencia del capitán a como dé lugar, así que los hermanos no dudarán en poner sus habilidades en acción para evitar que esto suceda.
Sin olvidar a la siempre bienvenida saga de Los cinco de Enid Blyton, La herencia del capitán Bañuelos es una buena ocasión para acercar a los lectores más jóvenes a las novelas de misterio, algo de agradecer puesto que no proliferan obras de mediana calidad de estas características en el panorama de la literatura juvenil. La Habana de 1984, Madrid en la actualidad y La Habana en la actualidad son los escenarios elegidos para una historia entretenida, de lectura fácil y amena, con una buena dosificación de la intriga, adecuada, por otra parte, al lector, en la que junto a la trama detectivesca y de misterio se desarrollan otros elementos que facilitan la conexión y complicidad con el lector como la vida cotidiana en el instituto, la relación entre iguales, la importancia de la aceptación del grupo, el pique entre hermanos o las relaciones familiares. El hábil manejo de la intriga, en ocasiones de la mano de llamativos cambios espacio-temporales, conseguirá enganchar a un lector que se moverá con placer entre unas páginas con guiños constantes a la cotidianidad de muchos adolescentes.
Mar y Álex son personajes muy reales que se describen por sus acciones y por sus propias palabras y que se mueven en un entorno muy actual. Los emails, whatsapps y posibilidades varias de móviles y tablets entran a formar parte de la propia trama de misterio. Pero estos no están reñidos con una narrativa más clásica y elaborada, con la presencia de espacios sugerentemente descritos, de gran poder evocador, que nos transportan a escenarios y tiempos muy diferentes. Es en estas ocasiones, en la descripción de espacios y atmósferas, más que de personajes, donde vemos desplegar las dotes narrativas del autor y dibujar múltiples sensaciones en el lector.
Este primer título de la serie «La mancha Morata» deja buen sabor de boca. Quizás el punto más flojo salte a la vista y tenga que ver con aspectos formales y con la ilustración de la portada que pudiera rozar más bien el diseño de un folleto, además de romper la magia de imaginar los rostros de los protagonistas. Pero ¡traspasad la portada y disfrutad con los hermanos Morata!