El prodigioso viaje de Edward Tulane
Kate Dicamillo (autora), Bagram Ibatoulline (ilustración). El prodigioso viaje de Edward Tulane. Ediciones Noguer. 2007
Tras una exquisita y encantadora portada Kate Dicamillo nos presenta a Edward Tulane, las desventuras de un conejo de porcelana, con una extremada sensibilidad que llegará a lo más profundo de nuestro corazón.
Edward es una conejito vanidoso y engreÃdo que pertenece a una adorable e imaginativa niña, Abilene. Cómo consecuencia de un nefasto viaje en barco, Edward es arrojado al mar. Aquà es donde empieza verdaderamente la historia. Las peripecias de un muñeco de porcelana que va pasando entre las vidas de diferentes personas que le ofrecen todo su amor y amistad que conseguirán que esa porcelana frÃa y dura se reblandezca y sienta como un corazón vivo.
Con una delicadeza extrema por cada uno de los personajes que conviven con Edward, la autora ha sabido plasmar la soledad en su estado más Ãntimo, acompañada de la tristeza, el amor y el recuerdo.
Junto a cada palabra encontramos un formato especialmente romántico para la historia que trata. Un cartoné perfectamente ilustrado y unas páginas, estilo papiro en crema que le otorgan un carácter especial a este cuento. Las ilustraciones a cargo de Bagram Ibatoulline se saltean de tal forma y con tal exactitud que nos llevan a una ensoñación más profunda de lo que es contado, más sensible a las circunstancias por las que se suceden los hechos.
Kate Dicamillo, es una auténtica storyteller y entre sus cuentos nos acompaña la posibilidad de guiar la lectura en las aulas y formar parte de una comunidad de lectores con programa especÃfico para la escuela que podéis revisar aquÃ.
Además, las aventuras de Edward cuentan con su propia web, donde podéis ver el proceso de realización de las ilustraciones, la guÃa para maestros e igualmente algo que me ha fascinado, la posibilidad de convertirlo en guión de teatro. Una manera perfecta para trasladar todas esas emociones al aula, para transmitir y enseñar inteligencia emocional.
El binomio amor/dolor se muestra de una manera clara y magnÃficada con cada uno de los dueños por los que pasa. Gente muy diferente, de diferentes entornos y status, pero que comparten sentimientos, donde la soledad es el mayor dolor que experimentan. A través de duros mometos, Edward sufre varios momentos de reflexión, donde la paciencia se impone para soportar el devenir diario y lograr una lucidez que le permita vivir con cierta dignidad.
No podéis dejar de leer esta preciosas historia, en la lÃnea de otros juguetes que cobran vida como El Soldadito de Plomo y sus aventuras, cuando cae igualmente por la ventana a las alcantarillas, o incluso Pinocho, que también acaba desembocando en el mar con Monstruo. Todas ellas un viaje por la soledad en la búsqueda del amor para compartir, y donde entran en juego la esperanza y la humildad como vÃa para lograrlo.
Sin duda, un viaje inolvidable hacia dentro de nuestros corazones.