Macmillan Children’s Books (textos), Colonel Moutarde (ilustración), Barbara Fernández (traductora).  La pequeña Alicia en el País de las Maravillas. Editorial Bruño. 2015

 

Aprovechando la conmemoración de los 150 años de Alicia, la editorial Bruño ha querido recoger en español este pequeño libro de  lengüetas y piezas móviles perfecto para acercar a los más pequeños de la casa las fantásticas aventuras de Alicia en el País de las Maravillas.

A un nivel muy básico nos cuenta lo esencial o mínimo de Alicia. El intrigante comienzo con la caída por el agujero en busca del conejo blanco, donde aprovecha para introducir la pieza móvil que hace semejante efecto; el crecimiento y decrecimiento al beber y comer con otra pieza móvil, la merienda con el Sr. Liebre y el Sombrerero Loco, con una rueda y, finalmente la llegada al palacio de la Reina de Corazones.

Al nivel lector al que va dirigido me parece suficiente la historia, dependerá ya de quien cuente el cuento que sea más hábil para introducir los distintos elementos narrativos que se pueden aprovechar. La historia es muy gráfica visualmente hablando e introduce muchas imágenes que pueden ayudar a formar un buen imaginario en el lector u oyente.

A pesar de que se anuncia como un libro de lengüetas y piezas móviles lo que realmente encontramos son piezas móviles y se podría haber aprovechado mucho más con el uso de solapas, lengüetas, etc. propio de los cuentos de estos primeros años.  Algunos de los apartados pueden servir para el aprendizaje de los contrarios, como es el caso de pequeña/grande cuando Alicia bebe y come.

Tiene un formato en cartoné muy duro y resistente lo que expresa su intención de que sea tratado por lectores muy jóvenes.

Introduce un pequeño juego final que descubriremos si leemos la portada posterior: hay que buscar al pequeño caracol de la imagen.  Los juegos son siempre bienvenidos en la animación lectora y propician un sinfín de aprendizajes, en este caso, fijar la atención de la búsqueda del caracol.

Estos libro-juegos son muy apropiados para las primeras edades que buscan tocar, sentir y si van acompañados de un clásico se agradece cultivar esa memoria literaria desde pequeñitos.