Concha López Narváez, Violeta Monreal (ilustración). Cenicienta. Colección Grandes clásicos. Editorial Bruño. 2014

 

Ganadora del 3º Premio a los Libros Mejor Editados de 2014, en la categoría de Infantil y Juvenil, otorgado por el MECD, la Cenicienta de Concha López Narváez nos descubre una versión algo más atrevida de la original de Perrault. Aunque, gran parte del mérito de esta obra reside en sus ilustraciones como buen álbum que es.

Finos y elegantes lomos aterciopelados en tonos cristalinos introducen esta nueva versión de Cenicienta, donde la imagen añade valor a la historia. Una imagen nueva y diferente repleta de recortes, texturas, líneas inspiradas en la naturaleza y un cierto aire oriental, quizá por la melancolía de la profunda mirada de su protagonista. La clave está, justamente, en la mezcla de unas y otras. Imaginad una Cenicienta tan real que sus lágrimas son auténticas gotas de agua y sus ropas harapos hechos de retales. La sintonía de todos los materiales utilizados para recomponer cada imagen llegan a su clímax con el hada madrina, donde el tejido afieltrado de su vestido casi parece cobrar vida, sugiriendo esa tridimensionalidad que le es propia.

Destaca, igualmente, el gran momento de llegar al baile donde el príncipe la espera. De nuevo la naturaleza de la carroza se magnifica cubriéndose de motivos florales de tejido bordado y siendo conducida por hieráticos caballos que recuerdan a las esculturas de bronce, papel, madera…

La ilustradora ha querido darle importancia al factor tiempo. El límite al que está sujeta Cenicienta y su magia. Vemos, por ello, un baile de ensueño con el príncipe pero donde la atmósfera vaporosa se impregna de ese condicionamiento de medianoche.

La majestuosidad del vestido, bordado en hilo de oro en tonos fríos a juego con el cristalino zapato y con motivos florales, preceden a una huida sin aliento donde cada porción de la prenda cobra movimiento.

En cuanto al texto, una versión reducida del cuento clásico pero con sorpresa al final, con un toque divertido muy cercano a los niños. ¡Te invito a descubrirlo!

Realmente es de esos cuentos para coleccionar, ya sean niños o adultos, porque cuando un álbum tiene tanta calidad gráfica eclipsa todo lo demás. La diversidad y originalidad, sin duda, es lo que otorga valor a esta obra.