Van Pelmi: cazador de vaguillos

Van Pelmi: cazador de vaguillos

Iñaki R. Díaz (autor), Fran Collado (ilustración). Van Pelmi: cazador de vaguidos. Oxford. Colección El árbol de la lectura. 2016

Van Pelmi: cazador de vaguillos

Hace tiempo que echaba en falta una historia de este estilo en el imaginario español. Estamos tan acostumbrados a lecturas obligatorias, anodinas y alejadas totalmente del contexto de nuestros alumnos que la simple posibilidad de leer algo que les guste se hace hasta novedoso. Oxford lo ha conseguido con su colección El árbol de la lectura y especialmente con este título.

No sólo encontramos las características particulares de esas nuevas historias que encandilan a este tipo de audiencia donde las fuentes tipográficas cambian, aumentan, disminuyen y se adaptan al contenido, el estilo cómic sin serlo del todo, la picardía y el divertimento a la hora de leer, sino que además, resulta una lectura amena por su extensión y predispone a sumergirse de lleno, ahondado en momentos culturales versados en otros formatos y otras épocas.

Bajo un prisma totalmente inmersivo, que viene dado por la continua interacción entre el narrador y el lector, por unas ilustraciones dinámicas y divertidas, el autor ha sabido hacer partícipe a su audiencia de las desventuras de este tal Van Pelmi  y su cruzada.

Elementos de lenguaje visual de gran valor, como son los pictogramas, las propias ilustraciones intercaladas a propósito, las hojas de página recortadas a modo de diario permite combinar perfectamente el alfabetismo en varias vertientes, la visual, la sonora, la textual.. De igual modo que introduce tipos de texto diferentes: diálogos, narrador, etc. que enriquecen esa comunicación y el mensaje que se da al lector. Realmente, hay veces, que parece que se dirige directamente al lector, hablando con él como si de una conversación se tratara.

Este genial tándem entre el autor y el ilustrador, que ya conocemos de otras obras donde también han coincidido (véase La maldición del hombre bobo), les ha valido crear una obra magnífica.  Las escenas cómicas están inmejorablemente representadas por Fran, con una paleta de colores original y donde, en cierto modo, podemos identificar el famoso polo de Drácula ( ¡Sí! ¡Hasta en esto se convierte la lectura en un acto cultural!).

Podemos buscar en él, la motivación hacia el aprendizaje, la importancia de la cultura, y un sinfín de valores, pero podemos también dejar reflexionar a nuestros niños para que sean ellos mismos quienes decidan de qué lado quedarse, entre risas y picardías.

Durante el recorrido por la historia la alianza con otros elementos que inspiran iniciativa y emprendimiento surgen como por arte de magia. Aprender haciendo, pero también leyendo, sería una buena moraleja de lo que esta historia inspira.

Si eres un centro educativo y decides llevarlo al aula, además, estás de suerte, porque cuenta con un cuaderno lector diferente, divertido y totalmente innovador, siguiendo la nueva línea de la editorial, donde la competencia digital, el aprendizaje divirtiéndose y nuevas alfabetizaciones están plenamente presentes. Pincha en el enlace de la editorial y podrás ver la demo.

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¡Este va a ser el libro del año!