Mis primeras 100 palabras
Elizabeth Golding(texto), Amanda Gulliver (ilustración), Anton Poitier (diseño). Mis primeras 100 palabras. Minibiblioteca. Edición bilingüe. Editorial Bruño. 2016
Pero ¿Qué es eso tan pequeño?
Parece una caja de bombones
¡Ábrelo a ver qué hay dentro!
¡Vayaaaaa!
Este es justo el diálogo que me imagino cuando un par de niños se encuentren delante de este ejemplar. Todo el pequeñito, resistente y amable. Con un colorido espectacular y plagado de imágenes del imaginario infantil: juguetes, animales, amigos, … Si lo coges y zarandeas, ¡hasta suena! Se me ocurren mil cosas que un niño puede hacer con él: llevarlo de paseo, utilizarlo de maraca, de altillo… Pero, lo mejor de todo, es que puede ¡ABRIRLO!
Si, amiguitos, se trata de un libro. Pero, no uno cualquiera, uno normal, al uso. Es diferente.
Este libro encierra muchísimas historias. ¿Porqué? ¡Porque este libro es una biblioteca! Pero, ¿cómo es posible? Claro, con la portada no podrías adivinarlo, sólo quizá los niños que tienen una imaginación sin límites y una creatividad desbordada. Cuando lo abres es cuando te llevas la sorpresa. Tiene cosas dentro.
Pero, ¿qué cosas?
Libros, ¡qué va a ser!
Mejor dicho, minilibros.
Efectivamente, se trata de una biblioteca en toda regla. En su interior, podemos encontrar hasta 9 minilibros, al estilo Calleja, de vocabulario en dos idiomas, español-inglés, para las mentes más inteligentes del mundo entero.
Todo, cuidado con mucho detalle, ya que sabe perfectamente al público al que va dirigido y por ello, son bloquecitos robustos. Hasta sus páginas son robustas y fuertes. Cada uno de los minilibritos va orientado hacia una temática concreta: la casa, la comida, la calle, cosas del cole, la ropa, mi habitación, mis cosas favoritas, los animales y las personas. Y, además, vienen incluidas en forma de rompecabezas, porque cuenta con una lámina inferior donde viene impresa la portada de cada uno de estos minilibros para que luego vuelvan a ser colocados en su lugar correspondiente. ¡Un buen trabajo de asociación! Y, digo, rompecabezas, porque además se pueden apilar.
Resulta encantador algo tan pequeño, aunque el tamaño quizá pueda resultar un poco aparatoso para unas pequeñas manos que no tienen una motricidad definida aún como para sujetar algo tan pequeño. Sin embargo, al ser tan grueso, no tendrá ninguna dificultad en pasar cada una de sus gruesas páginas.
Los libros de imágenes que desarrollan el vocabulario son muy apropiados para las primeras edades donde comienzan a decir sus primeras palabras, a asociar sus rutinas con los objetos y las acciones que realizan. También es importante el tema de las texturas, la simbología con el juego, el dar a conocer un libro desde múltiples facetas es uno de los puntos a favor de la motivación lectora, ya que permite desarrollar la imaginación y expresarse de mil maneras.
Así que, nuevamente, es una elección acertada para tu biblioteca escolar o tu biblioteca de casa.