Lo que tú quieras

Lo que tú quieras

Ellen Duthie (autora), Daniela Martagón (ilustradora); Lo que tú quieras. Madrid: Wonder Ponder, 2016, 40 pp.

Lo que tú quieras, es el tercer título de la serie Wonder Ponder y plantea cuestiones relativas a la libertad. Los anteriores, Mundo Cruel y Yo, Persona, reflexionaban sobre la crueldad y sobre la identidad.

Wonder Ponder es un proyecto de Ellen Duthie, Daniela Martagón y Raquel Martínez que propone una filosofía visual para niños a través de unas tarjetas con ilustraciones que provocan sentimientos y destapan reacciones para luego hablar sobre ello. Además, proponen preguntas para ayudar a guiar la discusión, aunque por experiencia propia puedo decir que los niños llevan el debate y el discurso mucho más allá de lo que se nos podría ocurrir a nosotros.

¿Por qué una filosofía para niños? La respuesta sale de cada caja que se publica: para pensar, para repensar y para hacer añicos las ideas que tenemos en la cabeza y que creemos que son certezas absolutas. ¿Y si no lo fueran? ¿Y si no todo es blanco o negro? Quizás lo que nos rodea es una infinita gama de colores que necesitamos aprender a entender, respetar y disfrutar.

Este título le pone palabras e imágenes a una cuestión harto complicada de manejar: ¿En qué consiste la libertad? Cada imagen propone una situación que sirve como punto de partida para dejar volar la mente y comenzar a replantearnos cómo vemos las cosas. Imaginaos a vuestro vecino practicando con su instrumento favorito: la gaita de su querido abuelo escocés. ¿Qué pensaríais? ¿Qué haríais? De primeras, quizás se nos ocurren muchas cosas, lejos de tirarle una rosa al grito de “¡Artista!”. Pero entonces surgen otras cuestiones… ¿Y si está ensayando para el concierto más importante de su vida? ¿Y si tiene examen al día siguiente?

Cada tarjeta busca que nos planteemos toda una retahíla de porqués, cuándo, dónde, quién, qué… Y la intención no es contestar a esas preguntas, sino que surjan muchas más, que se cree un debate en el que será difícil llegar a una única conclusión. Y es que en este proyecto, como en los mejores viajes, lo importante no es el destino sino el camino. Aprender a plantearse las cosas más allá de la primera impresión, más allá de lo que nos favorece y más allá de lo que conocemos, es el mejor regalo que nos hace Wonder Ponder con su filosofía para niños.

Me atrevo a hacer tan sólo una crítica. O casi una propuesta para el futuro. Podrían especificar que se trata de filosofía visual para niños de 0 a 130 años (que ya se sabe que cada vez somos más longevos). Y es que los niños tienen mucho jugo que sacar de este proyecto, pero creo que todavía hay esperanza para los adultos también.