Marije Tolman y Ronald Tolman (autores e ilustradores). La isla. Adriana Hidalgo Editora (Pípala), 2014, 30 pp.

Si no conocéis La casa del árbol, de los mismos autores y editado también por AH Pípala, es mi obligación comenzar esta reseña por recomendaros que os acerquéis a la biblioteca más cercana y os deleitéis con sus páginas.

Tanto en La casa del árbol como en La isla, Marije Tolman, ilustradora, trabaja junto con su padre Ronald Tolman, pintor y escultor. Logran dar vida a unas delicadas obras donde la ilustración es protagonista y artífice de la narración. Se trata de álbumes sin palabras, también llamados mudos, cuyas imágenes tienen una gran capacidad evocadora.

La isla comienza su historia con un oso polar que desciende de una nube y emprende su particular viaje. No sabemos si en busca de un destino concreto o, más bien, con la intención de disfrutar del viaje y sus sorpresas; el caso es que tras conocer mundo y presenciar la explosión de colores de cada escena, el oso llega a una isla donde se sienta tranquilo a mirar el cielo. Tranquilo y feliz, todo hay que decirlo.

La expresión del oso, satisfecha y plácida, y su manera de participar con el entorno, anima a descubrir el mundo, a enfrentarse a las aventuras con la mente abierta y a disfrutar de la diversidad sin prejuicios. O al menos eso es lo que leemos nosotros, con unas tremendas ganas de viajar y con el verano despidiéndose por el retrovisor.

Formato grande, ilustraciones a toda página, guardas ilustradas. Todos ellos elementos que nos indican que se trata de un libro cuya edición ha estado muy cuidada y que vale la pena tener entre las manos. La editorial, AH Pípala, hace un excelente trabajo con este álbum, al igual que con muchos otros que tiene en catálogo. Se nota el trabajo, el gusto y el respeto por la literatura infantil que hay detrás de sus publicaciones.