La ruta extraordinaria del Ratón Cartero
Marianne Dubuc. La ruta extraordinaria del Ratón Cartero. Barcelona: Editorial Juventud, 2017, 32 pp.
La imaginación es más importante que el conocimiento. Lo leà una vez. ¡En un libro, dónde si no! Todo está en los libros. El conocimiento y la imaginación. La imaginación que dibuja el acceso al conocimiento. Y la imaginación que construye relatos, otras vidas. La que arma la fantasÃa en bellas tramas y la que rearma la realidad en invenciones y epopeyas.
He rebuscado entre los libros y la he encontrado: La imaginación es más importante que el conocimiento. El conocimiento es limitado. La imaginación envuelve al mundo. Asà dice, textualmente, la cita atribuida a Albert Einstein. ¡Qué bonita la idea de envolver al mundo! Qué forma tan visual de expresar una realidad. Y en el caso de Marianne Dubuc, lo envuelve, lo inunda, rebosa y crea nuevos mundos.
La imaginación desbordada de esta autora es fuente para la creación de 10 nuevos mundos, en este divertido álbum ilustrado. Mundos imposibles creados a golpes de humor. Escenas donde lo absurdo y lo insólito conviven con la belleza y el color. Situaciones, que harán las delicias de los niños y que a nosotros, adultos, vehÃculos hacia la lectura de los pre lectores, nos remitirá a tiempos pasados, aquellos en los que disfrutábamos de la imaginación en pequeños grupos a grito de: ¿Te imaginas que…?
El Ratón Cartero, en su ruta extraordinaria, visitará lugares tan dispares como el planeta XYZ, el paÃs de los caramelos, Villa Mini, Villa Maxi, mundos subacuáticos, robóticos o monstruosos. Todos, lugares peculiares ilustrados con gran detalle. Y en todos, acaso contrapeso a la siempre novedosa mente imaginativa, un hábito, elementos que siempre se repiten: un gato, un pájaro. ¿Un juego de búsqueda que nos plantea la autora?
¿Un consejo? Rodéese de esos pequeños sabios, esos cuya imaginación vuela con vigorosas alas. Deje que su mirada guie la lectura, que sus risas rebasen los muros de la razón. Disfrute con los niños de esta lectura y verá como Marianne Dubuc se instala comodamente en su centro del humor.