La Oficina de Objetos Perdidos
Junko Shibuya. La oficina de Objetos Perdidos. Barcelona: Editorial Juventud, 2018, 58 pp.
¿Cómo se conquista a un niño? ¿Cómo se gana un lector? ¿De qué manera nos embaucan los libros? ¿De qué se valen para apasionarnos? No lo sé. Lo que sé es cuándo un libro me conquista. Porque me apasiona. Porque algo ha tocado en mi interior. Como esta obra, La oficina de Objetos Perdidos. Pero, ¿qué la hace tan especial?
El libro, dirigido a pre-lectores a partir de los 2 o 3 años, nos sorprende, nos entretiene. Nos divierte. ¡Sí!, a nosotros los adultos. Guarda el poder para evadirnos, siquiera el instante encerrado en la brevedad de sus 58 páginas.
Así, de esta guisa, nos abandonamos a la obra y vamos captando el potencial de la misma. Con una trama que favorece el desarrollo de la imaginación del auditorio. La representación mental, tan necesaria para la lectura, las matemáticas, el pensamiento…, la vida.
Una invitación al vuelo de la imaginación desde la seguridad que proporciona la estructura narrativa. Una estructura que se repite, una y otra vez, y que permite a los pequeños anticiparse, en parte, a lo que está por venir, lo que va a acontecer. Y es que cada repetición, cada bucle narrativo, encierra una sorpresa. Una invitación a imaginar, a jugar, en un contexto en el que nada es lo que parece.
Señor Perro trabaja en la oficina de objetos perdidos, y cada día recoge todos aquellos que la gente ha perdido en el bosque, el camino o el parque. Al llegar a su oficina, y ordenar todos de modo visible en las estanterías, espera a que los animales, los propietarios, pasen a buscar sus pertenencias. Pero cada animal no es quien parece ser antes de recoger su prenda o su vestido. ¿Podríais adivinar de quién se trata antes de verlo vestido de gala? ¡Adelante! Imaginad y sorprendeos con la evolución de cada personaje.
Un libro en el que nada es lo que parece, es uno que invita a indagar. A pensar. Uno que despierta la curiosidad, esa que facilita el averiguar qué esconden las apariencias. Una magnífica obra para entrenar el pensamiento y buscar la verdad.
Es esta una obra, simplemente, deliciosa. Divertida, llena de sorpresas y con un gran final inesperado, que hará esbozar una amplia sonrisa. Inteligente, invita a jugar y a imaginar. Una maravillosa obra que potencia la curiosidad, el reflexionar. El deseo de saber qué es, partiendo de que, a menudo, las cosas no son lo que parecen ser. Un libro donde la ilustración, plana en colores, añade sutileza. Detalles. Refleja sensaciones, sentimientos y acciones de los distintos personajes, enriqueciendo el texto.
Así que, si has perdido algo, si crees que alguien te ha robado el corazón… Prueba en La Oficina de Objetos Perdidos. Seguro…, te llevarás una ilusión.