Víctor y Victoria

Ana Pérez de Cámara (autora): Víctor y Victoria: la aventura de explorar. Sevilla: Babidi-Bú, 2017. 42 pp.

No solemos reseñar libros con una intención pedagógica evidente, pero creemos que este libro puede ser una excepción, al menos para comentar cómo puede estar articulada la acción docente con la elaboración de un libro infantil. La autora, maestra de profesión (y otras muchas cosas) y de vocación, ha creado una historia que integra y combina diversas posibilidades de aprendizaje. A partir de su pasión por la literatura y su experiencia realizando talleres infantiles, ha engarzado en una sencilla historia muchos contenidos y mensajes, con la voluntad de que este libro puedan utilizarlo maestros de Educación Infantil para el aprendizaje de sus niños.

El argumento cuenta lo siguiente: Víctor y Victoria son dos duendes exploradores que se deciden a salir de su aldea para ver qué aventuras les ofrece el mundo exterior. No tardan mucho en descubrir que algo raro está pasando, pues allí fuera todos los seres que se encuentran parecen estar desorientados y frustrados. Hallan que el gigante no es capaz de dar forma a unas joyas, que un mago no se apaña con los hechizos, que un lobo no da con su rastro… así que deciden ver la manera de ayudarlos. ¡Y vaya si lo harán!

Este libro habla de las diferentes capacidades e intereses que tenemos las personas (a algunos les recodará al planteamiento de las inteligencias múltiples, seguramente), habla de salir de las zonas de confort, de la motivación y de la colaboración. Pero también nos interesa (y sobre todo) por cómo está pensado todo lo que rodea la historia. Por ejemplo, llamará las atención que las figuras de los personajes están sin detallar, son solo un contorno sin coloración: la intención es que los niños las imaginen y las coloreen. ¿Un libro para que los niños pinten en él? Sí, señores.

Las ilustraciones, que la dibujante Yaiza Blázquez ha realizado a partir de las indicaciones de Ana Pérez de Cámara, tienen todas su sentido: desde las atmósferas cromáticas que se vinculan a cada espacio, hasta los objetos «fuera de lugar» dispuestos en las páginas, que pueden servir para un entretenido juego de «busca y encuentra». Todo en Víctor y Victoria está pensado, hasta el más nimio detalle existe por alguna causa.

Así, este libro proporciona un buen rato de entretenimiento y una oportunidad para aprender, siempre con la guía de un adulto que sepa lo que hace. Sobre esto, hay más información y una guía en la web Maetiva, dirigida por la autora del libro, y también en las páginas finales, que se plantean como una continuación de la lectura.

Léanlo y jueguen. Y aprendamos.