Gotita

Gotita

Stéphanie Joire (Texto), Laura Fanelli (Ilustración). Gotita. Barcelona: Editorial Juventud, 2018, 26 páginas extensibles en acordeón.

Totalmente calados por la pequeña Gotita. Pues, aunque sea pequeña no hay duda de que cala hasta los huesos. Será, acaso, porque los elementos que la envuelven intensifican el poder de penetración de esta amable historia. La sorpresa ante lo novedoso de la edición. La musicalidad del texto. La relajante paleta de colores. Gotita es un poema, visual y narrativo, que salpica conocimiento y empapa de emoción.

Nuestra húmeda protagonista viaja a través de 26 páginas extensibles en acordeón. Un viaje continuo, desde que “de su nube se desprende” hasta que, tras mil aventuras, “se cuelga en la primera nube que pasa”. Esto así escrito, o así leído, “extensible en acordeón”, no genera mucha sorpresa. Pero os aseguro que cuando uno se percata de que las páginas no se unen por el lomo, que existe una continuidad en la ilustración, que el color se mantiene e, incluso, alguna de las imágenes se completa al pasar la hoja. Cuando uno se percata de todo ello, se atreve a extender las 26 páginas y se encuentra con un lienzo de casi 6 metros. ¡6 metros! Entonces, sí. En ese momento la sorpresa es mayúscula, y uno queda asombrado de poder ver el viaje completo de Gotita, como en una road movie, en la larga extensión de la lámina.

En las primeras etapas académicas los niños necesitan manipular, tener un contacto, una experiencia física, sensorial con las materias de conocimiento. No están aún preparados para un conocimiento abstracto y teórico. La representación en un único lienzo del ciclo del agua supone una magnífica oportunidad para que puedan palpar con sus manos la propiedad de continuidad. Acompañar a Gotita, con las yemas de sus dedos, a través de cada nuevo escenario posibilita un primer contacto con este ciclo.

Además, la continuidad del lienzo único escenifica también la estrecha relación que existe entre mundos aparentemente distantes. Gotita viaja, sin ningún obstáculo, por mundos urbanos y mundos salvajes, poco antropizados. Cielos, bosques, plazas, ríos, puertos y mares. Todo en estrecha relación, proclamando un claro mensaje de cuidado del entorno.

El texto busca la rima con acierto. Rima que divierte y transmite humor. Rima que confiere cadencia rítmica, musicalidad, a las palabras de la obra. Música y ritmo enganchan al oyente y se extienden a la parte visual de la narración. La paleta de color va manteniendo una base constante. El marrón claro, como la limpia arena de la playa, de fondo, surcado por el azul verdoso de las corrientes de agua, ríos, mares, riachuelos. Y sobre esa base de color, a partir de la azul Gotita, se construye una melodía de color: animales negros, rojos, blanquinegros, ropas de colores, plantas y otros elementos.

Gotita es una obra sorprendente, artística en sí misma. Una obra en la que la belleza y la originalidad cohabitan con elementos pedagógicos, como el ciclo del agua. Un libro que proporciona toda una experiencia estética. Uno que posibilita que los niños aprendan de manera enriquecedora. A través del juego sobre el gran lienzo. A través del tacto, palpando, en el acordeón, la abstracta continuidad. Porque jugar con el agua siempre ha sido maravilloso y…¡Gotita nos lo recuerda!