Hoy hemos estado de visita en Juvenalia 2018, un salón de ocio infantil y juvenil que se celebra en Madrid entre el 5 y el 9 de diciembre, aprovechando el puente en el que tanta gente intenta escapar de la ciudad. Ofrece numerosas actividades a lo largo de estos días y el espacio que ocupa, los pabellones 12 y 14 de IFEMA, dan para albergar infinidad de espacios para perderse unas horas.

 

Hay actividades relacionadas con la naturaleza, el deporte, el cine, los videojuegos… Hay algo que hacer en cada rincón que se busque y los talleres que se ofrecen parecían llamar la atención de los visitantes porque era raro encontrar un espacio vacío. Evidentemente, había reclamos que llamaban especialmente la atención, como la tirolina que han montado los bomberos y que aglutinaba a muchas familias esperando pacientemente para que los pequeñajos pudieran lanzarse, pero la feria ofrecía opciones para todos los gustos. Había talleres de arte, de experimentación científica e incluso juegos de mesa en formato gigante extendidos en el suelo para quien quisiera tirarse por el suelo para atreverse con una partida de parchís.

Nosotras hemos dado una vuelta por el recinto, para ver el ambiente que se cocía, y sin duda podemos decir que ha sido el plan estrella de muchas familias madrileñas. Sin embargo, al ser un espacio tan amplio, no hemos tenido sensación de agobio ni de aglomeración: algo que se agradece sobre todo cuando hay pequeñajos correteando.

Hemos visitado el rincón lector, donde hay algunas actividades programadas para estos días: cuentacuentos, presentaciones y talleres de manualidades. De hecho, hemos llegado durante una de las propuestas y hemos podido observar a los niños y sus familias escuchando una historia de boca de sus autoras y participando en el taller posterior. Son numerosas las editoriales especializadas que han querido colaborar con este espacio y se podían encontrar algunos de sus títulos en unos cajones de colores que hacían las veces de biblioteca. Además, había unas sillas y un amplio espacio enmoquetado donde los lectores pueden lanzarse a devorar libros. Como apunte, nos ha parecido que la variedad y la cantidad de obras disponibles para el público no era especialmente amplia; aunque, sin duda, no parece que en Juvenalia vayan a faltar opciones de entretenimiento.