Marie Curie

Marie Curie

Alice Milani. Marie Curie. Madrid: Nórdica Libros, 2019, 224 pp.

Uno termina la lectura maravillado, rendido ante el buen hacer de la autora. Conquistado por una obra repleta de detalles que seducen al lector a lo largo de la trama. Detalles que invitan a volver a ellos una y otra vez. Una narrativa visual con recursos y efectos casi cinematográficos. Un texto cuidado, fruto de una gran labor de documentación. Texto que muestra u oculta información; que ofrece datos de distintas naturalezas, posibilitando diversos niveles de lectura. Y una ilustración que, a través de técnicas variadas, transmite las emociones de los personajes. Así es, Marie Curie.

La narración va y viene, baila sobre la línea del tiempo. Las hijas de Marie, ya adultas, rememoran los sucesos. La memoria refresca los hechos, nos sitúa ante los hitos de una vida fascinante. Como en muchas de las grandes películas, los actores recuerdan sus vivencias. Rescatan de su pasado una historia que merece ser contada. Una historia en la que su presencia garantiza la relevancia de lo narrado e imprime la sensación de que todo ocurrió tal como es mostrado.

Dice el poeta que estamos todos acostumbrados a considerarnos como primordialmente realidades mentales, y a los demás como directamente realidades físicas. Pero los modos de Alice Milani, las maneras de la autora parecen salvar esta barrera. Permiten intuir la persona que bulle dentro de Marie. La ilustración no trata de ser realista, de recrearse en ese detalle que haría de los demás realidades meramente físicas. No se limita a una realidad exterior, ahonda en la persona. Trabaja con la expansión del color, a través de las aguas de la acuarela, con la fuerza del grafito y los lápices de color. Una ilustración dirigida a transmitir la emoción, y la realidad interior de los personajes.

Sorprende, también, la original forma de presentar el texto. Un texto sacrificado por momentos mediante la superposición de bocadillos, o con la cartela ocultando las palabras de los actores. El lector sigue la acción sin ser capaz de completar unos diálogos que se transforman en ruido de fondo. Se experimenta una sensación similar a la que sentimos al dejar de prestar atención, una sensación de desconexión del mundo exterior. Esa que experimentamos al ensimismarnos. En nuestro ser. En nuestros sueños, preocupaciones, anhelos. Efectos que nos acercan, la que pudo ser, la realidad psicológica de Marie.

Esta novela gráfica recorre, en sus 224 páginas, los momentos clave en la apasionante vida de esta gran científica. Desde su Polonia natal hasta la capital de Francia. De sus días de estudiante en La Sorbona a ser la primera profesora en esa Universidad de Paris. Sus investigaciones. Los premios Nobel. Esos premios que no quisieron reconocerla pero terminaron haciéndolo por partida doble, en física y en química. Los obstáculos en el camino, el machismo. El amor. Las amistades. La familia. Todo acompañado por una ilustración que humaniza la obra. Imágenes que valiéndose del tamaño, la técnica, la luz o el color anticipan sucesos y amplían información.

Alice nos acerca a Marie y nos habla de la vida. De la importancia de sentirse valorado. De la necesidad del desarrollo de uno mimo. De la pasión y el entusiasmo. De la sed de conocimiento. Del amor. El amor que, inexorablemente, implica la dolorosa pérdida y, aun así, centra y da sentido a la vida. Una obra deliciosa. Un cómic sorprendente. Páginas inspiradoras para leer y releer.