El pavoroso miedo de Epifania Susto

El pavoroso miedo de Epifania Susto

Severine Gauthie (guion) y Clément Lefèvre (dibujo y colores). El pavoroso miedo de Epifania susto (L’épouvantable peur d’Épiphanie Frayeur, 2016) . Barcelona: Editorial Astronave, 92 páginas.

 

Ni siquiera sabía que el miedo podía contagiarse a otros.

Nunca me lo habías dicho…

¿Por qué haces eso? Él… él no había tenido miedo 

nunca en su vida.

Soy una firme defensora de la novela gráfica, los cómics y los álbumes ilustrados (con y sin texto) para todo tipo de lectores. Por este motivo, procuro leer todas las novedades, y no tanto, que puedo y me estoy encontrando con verdaderas joyas. Una de ellas es El pavoroso miedo de Epifanía susto publicado por el sello Astronave.

¿Qué por qué me ha gustado tanto? Eso es fácil, se trata de un cómic que se centra en el miedo desde la perspectiva de Epifanía, una niña de ocho años y medio, que decide buscar ayuda para vencerlo. Después de emprender un viaje donde se encuentra personajes de lo más excéntricos que le demuestran que poco pueden hacer por ella se da cuenta que la única solución es enfrentarse a él.

Merece la pena detenerse en los personajes que dan consejos a la niña, para luchar contra el tiempo, resignándose a él o incluso rendirse por completo a sus efectos. Epifanía se dirige a la consulta del Doctor Psique, pero antes conocerá a un señor que presume de tener preguntas para las respuestas y más adelante a un peluquero con poca pericia con las tijeras y un circo con métodos poco ortodoxos. Lo mejor es cuando se topa con un caballero en busca de damas en apuros que es trasunto de nuestro hidalgo don Quijote de la Mancha.

Desde un hombre que se jacta de tener preguntas para las respuestas, hasta un doctor de la mente incapaz de curar a nadie, un peluquero no demasiado diestro con las tijeras o un caballero en busca de gentiles damas en apuros. Todos ellos mostrarán una forma de vencer, sobrellevar o rendirse ante el miedo.

Un relato que nos recuerda a Alicia en el País de las Maravillas con la gran diferencia que Epifanía se aventura por lugares desconocidos por voluntad propia y regresa ya crecida. Pero también es una fábula en cuanto nos sugiere una lección de vida dosificada poco a poco y no al final en forma de moraleja rimada, a la manera tradicional. La obra está repleta de metáforas y símbolos. Desde el nombre de la niña: Epifanía, es decir, manifestación, y su apellido susto, que viene a ser el grado más bajo del miedo.

En las páginas finales nos encontramos con un «Breve compendio de psiquiatría para sujetos con fobias…» donde se presentan fobias tan raras e inverosímiles como el miedo se te ponga sobre la nariz. Su propósito no es satirizar sobre algo muy serio como las fobias o miedos extremos que llegan a perjudicar la calidad de vida e, incluso, limitan la vida social, laboral, etc. sino que la intención es mostrar lo poco fundados que son muchas veces nuestros miedos. En la última página, justo la que forma parte de las guardas, encontramos un juego que simula un tablero con el que realizar el viaje de Epifanía siguiendo las «pavorosas» normas.

Investigando un poco descubrimos que Séverine Gauthie, la autora del texto es fiel a los relatos de Lewis Carroll y Roald Dahl, y eso es evidente desde la primera página. Por su parte, Clement Lefèvre tiene una amplia experiencia como ilustrador y grafista, y no siempre para niños o jóvenes.

La sinopsis editorial habla de:  UN CONMOVEDOR RELATO PARA TODAS LAS EDADES SOBRE CÓMO AFRONTAR NUESTROS MIEDOS. Y me parece una descripción de lo más acertada.