El pato granjero
Martin Waddell (Texto), Helen Oxenbury (Ilustración). El Pato Granjero. Barcelona: Editorial Juventud, 2019, 32 pp.
Martin Waddell, suya es la pluma que se desliza sobre el papel. Autor norirlandés curtido en innumerables batallas reconocidas, en 2004, con el Hans Christian Andersen. Y llega acompañado por una gran dama de la Literatura Infantil, Helen Oxenbury. Ilustradora de dilatada trayectoria, repleta de éxitos y reconocimientos, que enriquece estas láminas con sus trazos y colores. Grandes autores, para un delicioso álbum ilustrado. Un libro divertido e inteligente merecedor del Smarties Book Prize (UK), el British Book Awardas (UK) y de una Mención de Honor en la prestigiosa Medalla Kate Greenaway (UK).
Un Pato con delantal llevando al granjero el desayuno a la cama, es la escena que da comienzo a la trama. Pero la inversión de papeles no termina aquí pues la pereza del granjero no tiene fin y abandona todo su trabajo que recae, ¡cómo no!, sobre nuestro Pato. Cuidar del señor, las tareas de la casa, preparar la tierra, cortar la leña, llevar las vacas al establo, las gallinas al gallinero, bajar las ovejas de la colina,… Tanto trajín no gusta a los demás animales, no les gusta esta situación. Aquí se masca algo, asambleas, reunión,…. ¡Esto huele a rebelión!
Texto e imagen se compenetran, se potencian. Breves y sencillos enunciados trasladan el mensaje de manera clara y concisa. Mientras, la ilustración permite una conexión emocional con los personajes. Empatizamos con ellos, tanto que llegamos a entender el mugido, el balido y el cloqueo en las conversaciones. ¡Y estamos de acuerdo! ¡Secundamos las decisiones! ¡Apoyamos la rebelión! Las páginas del libro nos permiten acompañar a Pato en su día a día. En su agotamiento y falta de esperanza. En su bondad y en su alegría
Este divertido y emotivo cuento encierra potentes mensajes. La idea de justicia como garante de la vida en comunidad. Una justicia por la que siempre hay que luchar. ¡Juntos! Porque la unión hace la fuerza. Porque transforma el entorno, sí. Modifica el contexto, como muestra el cambio de las guardas anterior y posterior, pasando de invierno a primavera. Ya que la justicia, como el sol, ilumina la vida.
Lanza, también, una advertencia a través de los personajes. No os abandonéis a los deseos como el granjero ni seáis, como el Pato, esclavos de responsabilidad y trabajo. Desarrollar un Yo que equilibre el Superyó y el Ello ayuda a una buena vida, a un final feliz.
El Pato granjero, ágil, ligera y, al tiempo, profunda e inteligente. Una obra capaz de bregar con temas complejos sin instrumentalizar la literatura, primando el goce por los libros, el disfrute de la lectura. Un libro que logra situar al lector en primer plano, con sus risas y buenos momentos. Así que,… ¡Adelante, pasen por la granja a disfrutar de esta aventura!