El elefante Romualdo

Daniel Castillejo Pons (autor), Marina Castillejo Gómez (ilustradora): El elefante Romualdo. Publicación independiente, 2019, 33 pp.

¿Quién no recuerda cuando le contaban cuentos de pequeño? ¿O cuando contaba cuentos a los más pequeños? Seguro que recuerdas esos momentos como unos momentos especiales, llenos de cariño y magia. Los más afortunados tenían historias creadas por y para ellos ¡qué suerte! Pues más o menos así es como surgió la historia de El elefante Romualdo, creada por Daniel Castillejo Pons junto con su hija, Marina Castillejo Gómez, a partir de los personajes que inventaron para contar sus historias a la hora de dormir. Tanto disfrutaba Marina con estos personajes que decidió ilustrarlos y, junto con su padre, publicar la historia de uno de ellos, Romualdo.

Este cuento relata un día cualquiera en la vida de Romualdo, un elefante que vive en la selva y al que le encanta pasear entre los árboles, flores, frutas… Además, a Romualdo le encanta jugar con sus amigos y bañarse en el Lago Grande cuando hace mucho calor. Un relato sencillo y adorable que no será dificl de seguir para los primeros lectores.

Gracias a su construcción narrativa básica, sus originales personajes y las divertidas imágenes este relato conecta desde el primer momento con los pequeños lectores, aportándoles cercanía al relato. El empleo de un argumento básico y un lenguaje sencillo y cotidiano acompañado de pictogramas y tipografía en letra mayúscula contribuyen a hacer el cuento accesible a los más pequeños de la casa. Aunque algunos lectores menos experimentados puedan encontrar la tipografía de apariencia manuscrita y en diferentes tamaños algo confusa esta característica le aporta un matiz visualmente divertido.

Las imágenes infantiles, divertidas y llenas de color son de tipo esquemático y reflejan el texto facilitando la comprensión del lector de una manera visual, además, que las haya realizado una niña aporta elementos que conectan directamente con los lectores.

Tanto el texto como las originales imágenes se combinan de manera exclusiva no solo mediante el argumento, apoyándose uno a otro, sino que también mediante el uso de pictogramas y preguntas que permiten a los lectores disfrutar del libro tanto para su lectura como para jugar con él.

Por sus características este cuento es idóneo para los primeros lectores, a partir de dos años, que se sentirán atraídos por la historia y por las imágenes. Este libro se presta a trabajar con ellos la creatividad tanto para crear relatos como para ilustrarlos.