Maite Monforte Maresma: Globos entre nubes. Sevilla: Babidi-bú, 2020, 36 p.

 

 

Tenemos entre manos una obra muy personal, en la que se percibe desde la primera hasta la última página una introspección propia que la autora ha querido compartir con el público. Una suerte de conversación abierta a que cada cual incorpore los ingredientes de su propia historia, de sus miedos y tropiezos, y de su viaje para superarlos.

 

Globos entre nubes comienza con una reflexión en forma de receta en la que más instrucciones hablan de nubes que, queramos o no, pueden llegar por el horizonte y quedarse más tiempo del que cualquier invitado educado osaría demorarse. 

 

 

Anima leer un libro infantil en el que se normalizan estados de ánimo más allá de la felicidad, la tranquilidad o la rabieta que hay que evitar. No me atrevo a transcribir las emociones de las que habla Maite Monforte, porque sospecho que donde una puede ver tristeza o apatía, otra puede percibir angustia e impotencia. Es lo que tiene el sentir, que no siempre encaja bien en botes de colores.

 

 

Tras la receta inicial, la autora e ilustradora da paso a una declaración visual, llenando las páginas de metáforas ilustradas que describen, primero, el proceso de encierro en el rincón más doloroso de cada uno y, después, una vía de escape que conduce a una doble página final poblada por los globos que se anunciaban ya en el título. 

 

Leemos en esta obra una oda a la escritura y a la ilustración (o al arte, en definitiva) como diálogo con uno mismo y con los demás. Como medio para ubicarse y reubicarse. Como grito de emoción, sea del color que sea.