Un tiempo para todo

Un tiempo para todo

Christian Demilly (texto), Laurent Moreau (ilustraciones), Joana Carro y César Sánchez (traducción): Un tiempo para todo. Logroño: Fulgencio Pimentel, 2020, 40 páginas

Si algo hemos aprendido en este extraño 2020 que acabamos de cerrar es que la naturaleza tiene sus propios tiempos. Esta experiencia nos ha recordado que, en ocasiones, quizá queremos ir demasiado rápido en nuestro día a día y, además, nos ha hecho reflexionar sobre qué es lo que de verdad importa.

Este podría ser perfectamente el resumen de Un tiempo para todo. Con textos basados en el Eclesiastés, este libro nos cuenta la historia de una pareja desde que se conocen hasta que tienen a su hijo, con todos los tiempos que caben en ese tiempo, valga la repetición: los inicios, la evolución, el avance (también el retroceso), el crecimiento. El ciclo vital, en definitiva.

Las peculiares ilustraciones saturadas de alegres colores juegan con formas geométricas y redondeadas para conseguir simetrías deliberadamente imperfectas con una constante protagonista indudable: la naturaleza, presente en casi cada página ya sea en forma de gigantescos árboles en espesos bosques o de hermosas plantas en macetas. Su narración lineal nos muestra que todo lleva su tiempo y que todo tiene su momento. Mientras avanzamos en la vida de estas dos personas tan anónimas como universales, educamos la paciencia, aprendemos a aceptar el proceso natural de las cosas, con su ritmo lento, constante, inexorable; con su lado bueno y su lado malo. Porque este tiempo de espera también puede ser de disfrute, en el que todo quepa. Un libro que explica el ciclo de la vida a los más pequeños mientras hace reflexionar a los mayores a través de un enfrentamiento lingüístico permanente entre opuestos que más parece una descripción de la vida misma.

La lectura de este libro, con los sutiles detalles de sus ilustraciones, invita a la calma, a bajar el ritmo para ganar consciencia de lo que nos rodea, a evadirnos y «perder» gustosamente el tiempo.