Los Minimuertos. Bienvenidos al otro barrio; Los Minimuertos. Criando malvas
Ledicia Costas (autora), Mar Villar (ilustradora): Los Minimuertos. Bienvenidos al fin del mundo y Los Minimuertos. Criando malvas. Barcelona: Alfaguara, 2020. 96 páginas.
La pandilla de los Minimuertos es una versión peculiar y «escalofriante» de otras pandillas de amigos que han protagonizado series o colecciones como los Los cinco de Enid Blyton o Los cuatro amigos y medio de Joachim Friedrich. La peculiaridad de estos minimuertos es esa precisamente, que están muertos: son niños que han pasado a mejor vida y esperan a que sus padres se reúnan con ellos en el Otro Barrio, que, lejos de lo que pueda parecer, es un lugar donde los niños se lo pasan en grande porque ¡pueden hacer todo lo que quieran!, sin horarios, sin que los controlen, comiendo helado siempre que quieran… A todos los minimuertos les encanta estar en el Otro Barrio, por regla general. Sin embargo, en ocasiones, algún niño no quiere estar allÃ. Es raro, pero a veces ocurre.
Y eso es lo que va a pasar al protagonista del primer tÃtulo de la colección, Bienvenidos al fin del mundo, Catacrak, que tuvo un accidente de coche con sus padres y ahora está aquÃ, esperando a sus padres. En el Otro Barrio, nadie tiene el mismo nombre que cuando estaba vivo y son siempre nombres asÃ, un poco peculiares: Penoso, Maya, Achús, Dinamito, Petunio y Verdura (y todos o casi todos son bastante descriptivos de lo que les trajo a este otro barrio…).
En el segundo tÃtulo, Criando Malvas, Petunio, que recibe su nombre de las flores que tiene en su cabeza y que le sirven de hogar a su amigo Verdura (un caracol), recurre a su amigo Dinamito (experto en mezclas y experimentos, como se puede deducir) para intentar revivir un poco sus flores ya que últimamente las ve un poco mustias, aunque el resultado no va a ser precisamente el esperado…
Ledicia Costas revisa en esta nueva colección la fórmula de la pandilla de amigos añadiendo los elementos algo siniestros y el humor un poco negro caracterÃsticos de sus libros. Como en otros tÃtulos de esta autora gallega, el tema de la muerte se aligera transformado por el sentido del humor y, en este caso, también por las coloridas ilustraciones de Mar Villar, para convertirse en el escenario en donde tienen lugar las disparatadas aventuras de esta entrañable pandilla de amigos siempre dispuestos a ayudarse entre ellos.
Ledicia Costas fue fue Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil en 2015 con Escarlatina, la cocinera cadáver.