El anillo mágico
Peter Svetina (autor) y Damijan Stepančič (ilustrador): El anillo mágico. Medvode (Eslovenia): Malinc, 2017. 35 pp.
¡Se vende un anillo mágico, se vende un anillo mágico! ¿Quién de nosotros no bajaría al mercado junto a la orilla del río para hacerse con él? ¿Quién de nosotros no tiene un deseo que anhelaría ver cumplido? Eso le pasa a la protagonista de este álbum ilustrado: apostada ante el puesto del vendedor, va a comprar el anillo, pero…
El argumento del relato parte de un suceso imprevisto para dar rienda a una estructura divertida, que se encamina hacia esos aires desmesurados con los que jugaba tan bien Rodari, y que a su vez nacieron de cuentos populares acumulativos como La oca de oro. Peter Svetina lo relata con agilidad y con gusto, con detalles de calidad y con asociaciones hermosas, como los anillos que se forman en el agua cuando cae un anillo y se hunde… Svetina es uno de los autores eslovenos más reconocidos en literatura infantil y fue nominado al premio Hans Christian Andersen en 2020.
Las ilustraciones nos han parecido muy interesantes. Algo descarnadas a veces, tal vez inquietantes para alguno de nuestros pequeños lectores cercanos. Las caras de los personajes son únicas, como lo son también algunas de las escenas. Veamos la ilustración de las páginas 16-17, por ejemplo. Es súper interesante la concepción estética para ilustrar el texto: las sombras de los personajes, la ciudad como casa de muñecas, los retratos de los novios mencionados para darles un carácter que el diálogo ya dejaba entrever… Nos ha fascinado cómo el ilustrador pone en primer plano detalles del texto, y nos lleva así a ensanchar la lectura del relato.
Hay que destacar el papel de la editorial Malinc. No se les habrá pasado por alto a ustedes que el libro ha sido publicado en Eslovenia. ¿Una editorial eslovena publicando en español? He ahí el quid. Les recomendamos que vean su catálogo y descubran su apuesta por la LIJ en español.
Únicamente nos ha desagradado la tipografía, que contrasta con la atmósfera de las ilustraciones. No se nos escapa que la intención de la editorial (así lo declaran en la contracubierta) es facilitar la lectura a los disléxicos… Sin embargo, tampoco nos parece que sea tanto lo que se gana en comparación con lo que se pierde. De acuerdo con que la fuente no tiene serifas e iguala el interletraje, pero las apuestas más recientes sobre tipografía para disléxicos ofrecen alternativas mejores, que evitan la simetría de eje de las consonantes p q b d, alargan los astiles ascendentes y descendentes, o incluso inclinan un par de grados la letra… Y, sobre todo, son más estéticas.
Quitando eso, les recomendamos que se arrimen a Liudmila Krasinc y a su anillo mágico. ¿Qué será lo que desea tanto?