La fábrica de etiquetas

La fábrica de etiquetas

Emma Piquer Caro (texto), Calle E. C. G. (Ilustración). La fábrica de etiquetas. Barcelona: Editorial Juventud, 2021, 36 pp.

El lenguaje nos permite hacer nuestra la realidad. Los idiomas cohesionan la comunidad de sus hablantes y aportan una visión característica del mundo al re-crear para ellos el universo. Sonidos, ritmos y cadencias reformulan el cosmos, ofreciendo lo material e inmaterial. Un lenguaje que, para tan descomunal tarea, se vale de herramientas como los estereotipos que, tras unos rápidos y ligeros análisis, facilitan la categorización y clasificación. Lo característico, la cualidad, el adjetivo emerge como la parte con la que definir el todo. Etiquetas.

Etiquetas. Una única palabra para definir algo tan complejo como puede ser una persona. Palabras que, atendiendo al viejo dicho de que todo lo que tiene nombre es (izena duen guztia omen da), definen la naturaleza y confieren su ser a cada objeto nombrado. Así, el estereotipo pasa de ayudar en la categorización a encasillar y limitar a cada uno en los estrechos márgenes que delimitan unos fonemas, en la idea que encierra un concepto.

La fábrica de etiquetas va construyendo el relato en torno a las etiquetas. Las páginas muestran lo sencillo que es terminar portando una de estas coletillas y cómo pueden afectar, hasta el punto de hundir la mirada en el suelo. Una narración que entremezcla fantasía y realidad en el cuerpo de la historia. El brujo, siempre cercano, y sus cuervos representan desde lo fantástico el modo en que terminamos portando las dichosas etiquetas. Un problema real para el que se apela a una solución colectiva, pues será la comunidad quien llegue a liberar al individuo del estereotipo.

El texto presenta el problema de los estereotipos a través de este cuento donde son los niños quienes descubren cómo librarse de las etiquetas y consiguen desterrar al malvado brujo. Un texto que en su parte final reclama la colaboración del lector para acabar con las etiquetas, animándolo a deshacerse de las que porta. Por su parte, la imagen va aportando información al relato al colmarlo de detalles. Ilustraciones que acercan la acción y, sobre todo, a sus personajes, haciendo así resaltar aun más la parte humana de todo el problema.

En definitiva, nos encontramos ante una obra creada para poner en primer plano un problema existente. Unas páginas para el debate en casa o en el aula, con la capacidad de dar visibilidad a lo que pueden llegar a generar los estereotipos y las etiquetas y, por ende, con el potencial para liberarnos de ellos.