En un mundo contagiado de la prisa, un niño de pelo alocado y sonrisa dulce nos regala la vacuna: agacharnos a su altura y dar a la infancia ese tiempo para hablarnos de su experiencia de vida.
En un mundo contagiado de la prisa, un niño de pelo alocado y sonrisa dulce nos regala la vacuna: agacharnos a su altura y dar a la infancia ese tiempo para hablarnos de su experiencia de vida.