Mónica Rodríguez (Autora), Erica Salcedo (Ilustración). María Bichos. Almería: Editorial Libre Albedrío, 2018, 71 pp.

Ficciones: mitología, religión, economía,…, literatura. Relatos aceptados y compartidos desde los que hacer avanzar la historia. Invenciones convenidas en torno a las que arremolinarnos, como ante el lar acogedor, en un sinfín de relaciones; conformando la cultura. Un inabarcable abanico de relaciones cohesionando la comunidad. Relaciones próximas de las que poder disfrutar cada día. O relaciones en la distancia con esporádicos y cálidos mensajes de ultramar. Estables, fugaces. Horizontales, verticales. Amistosas, amorosas. Familiares, laborales. Y de entre las asimetrías que se van generando, nos cautiva especialmente la que se establece entre la sabiduría y el deseo de conocer, entre la experiencia y la novedad, esos vínculos, tan únicos e irrepetibles, como los que se forman entre abuelos y nietos.

María Bichos son páginas repletas de encuentros y momentos que retratan la maravillosa relación entre una nieta y su abuelo. Un abuelo, relajado tras la intensa experiencia vital, que parece entender perfectamente los procesos, sensaciones y emociones de su pequeña nieta. Situaciones hilarantes que sitúan en un mismo nivel a ambos protagonistas. Inverosímiles acciones que llenan de confianza a la niña y la aúpan, colmándola de autoestima. Una complicidad y calidez que suponen, para cualquier nieto, el trampolín ideal desde el que alcanzar el mundo.

Mónica Rodríguez, reconocida, entre otros, con el premio Cervantes Chico 2018, nos obsequia su escritura ágil y fresca, sencilla y sosegada. Un texto que refleja la sublimación de la infancia. Destaca el animismo, fruto del egocentrismo infantil, en la personificación de los distintos bichitos. O la representación de esa infancia donde todo es blanco o negro, donde la dificultad para el control y la falta de moderación, se traducen en una alegría desbordada que puede hacer reír 23 años seguidos o en una tristeza tan profunda que puede llegar a durar todo el otoño, cubrir el cielo e, incluso, hacer llover sobre la cama.

Una trama llena de cómicas aventuras, divertidas situaciones donde se trasluce el amor por la naturaleza y la vida sencilla. Una narración que va anticipando, en cada cuento, los personajes que están por venir. Suponiendo un guiño al lector que, junto a este anticipo, va percibiendo una sensación familiar. Graciosos momentos, vividos por el abuelo, María y los distintos bichitos, que, veladamente, van ofreciendo diversos consejos para la etapa: no ceder ante pataletas, valorar los beneficios de rutinas saludables en las horas de sueño, no dejarse deslumbrar por las apariencias, ser paciente ante los cambios de humor, …

Las ilustraciones de Erica Salcedo juegan con las palabras. Varían continuamente la forma de relacionarse con el texto, dinamizando la obra. Ilustraciones alegres, luminosas y llenas de color que van dando cuerpo a las diversas aventuras. Imágenes que nos acercan los distintos personajes y anuncian su carácter. Trazos que ayudan a conocer mejor a María, al abuelo, a Bolardo, Anita, Maripalo, las hormigas y demás bichitos.

En definitiva, un nuevo título en la colección trotamundos para disfrutar de los abuelos y los bichos.  Leyendo,…, y jugando.