Eoin McLaughlin y Polly Dunbar. Alzira: Editorial Algar:2020, 18pp

Hasta que podamos abrazarnos es un álbum ilustrado con las características notas de color que observaríamos en un álbum dedicado a niños.

Contiene esas pequeñas notas que hacen que sea una lectura atractiva: introduce animales personificados, dedica su contenido a algo emotivo que busca la implicación del lector, aparece el clásico búho sabio que sabe de lo que habla… diríamos que es algo habitual  en este tipo de álbumes y nos gusta que siga este tipo de parámetros que nos permiten identificar este tipo de lecturas donde la parte visual y el formato cobran importancia, donde el color y la distribución visual añaden información al texto hasta el punto de darle casi más valor por lo que muestra, que por lo que dice.

Sin embargo, este álbum ha llegado en un momento concreto y especial, en una época de confinamiento. Y sabemos que toda historia se desarrolla en un momento espacio temporal que en este caso destacamos en su enfoque extradiegético, es decir, una historia que leemos en el momento espacio- temporal del lector.

En esta historia donde surge un proceso comunicativo divergente, original y apetecible entre dos amigos y en medio de un confinamiento vemos la importancia de todos esos lenguajes que suelen estar ocultos y que forman parte de nosotros. Es aquí donde este álbum se encumbra.

Os dejamos con el vídeo promocional para que os entre el apetito de esta lectura.