Literatil estuvo en  la presentación de las últimas aventuras de «El pequeño Leo Da Vinci». Su autor, Christian Gálvez, al que también pudimos entrevistar, nos dejó con la boca abierta con su elaborada y profesional presentación que hemos decidido compartir con vosotros.

Acudimos a la sede de la editorial Alfaguara (Penguin Random House) en Madrid. Con un cordial recibimiento nos sentimos arropados por la cantidad de profesionales de la comunicación literaria con los que coincidimos en el acto.

El autor, a pesar de la intensa promoción de los libros, se dispuso emocionado a presentar las últimas aventuras de su personaje favorito.

Con un toque cómico y distendido empezó por mostrarnos el origen de la idea. Para ello desplegó todo su potencial a través de un power point que lo simplificaba todo junto a sus explicaciones.

La idea de escribir parte de su aficción por el Renacimiento, especialmente de su interés en la figura de Leonardo Da Vinci, de la función lúdica y pedagógica que ha querido plasmar en sus obras.

Para él, lo importante no es el «Qué» enseñamos, sino el «Cómo». Y cuando en ese «cómo» se utiliza una sonrisa, sin duda es mejor que sin ella. Para explicarlo parte del experimento psicosocial realizado por Jane Elliot (#recomiendo que leáis la experiencia). El cómo influyó el experimento en las familias demostró que no sólo era importante el «Qué»(el racismo) sino que el «cómo» resultó fundamental para un aprendizaje duradero. Con una serie de ejemplos más nos muestra cómo, a lo largo de la historia, ha influido más el cómo nos han explicado determinadas cosas que realmente el concepto en sí mismo.

Nos introduce en el Renacimiento, su tema fetiche, y con él grandes maestros de la humanidad (Leonardo, Miguel ángel…).A través de varias de sus obras da paso a otra función más pedagógica que la que habitualmente conocemos referida únicamente a la contemplación del arte. Son obras donde se plasman, casi de manera oculta ciertos conceptos o contenidos académicos que pueden incitar a los alumnos a interesarse más profundamente por ese, habitualmente tedioso (según sus palabras) «cuadro».

Enlazado con todo ello encontramos a los «genios», palabra que ha ido variando a lo largo de los años, y con ello los tipos de inteligencia (concentrada y expansiva) que veremos reflejados en cada uno de los personajes de sus obras infantiles. Así, Miguel Ángel con una inteligencia concentrada basada principalmente en la potencia física y psicológica, y Leonardo Da Vinci expansiva, que buscaba la sinergia entre los elementos, investigándolo todo.

Con todo ello desplegó una original lección de arte a todos los allí presentes. Y, damos fe que se sabe la vida de Leonardo de pe a pa, especialmente lo más divertido y curioso.

La moraleja de todo ello: el fracaso forma parte del aprendizaje.

Cultura y entretenimiento son las claves que nos ofrece para el aprendizaje, para cualquier ejercicio pedagógico. Dirijido a todos los públicos.

Para despertar la curiosidad por el aprendizaje propone acercar los contenidos a cada uno, empatizar con sus necesidades, que principalmente son: jugar y volar con la imaginación. Cada uno de sus cuentos viajan por el mundo, desarrollan la imaginación, vuelan sin moverse. Además, cada uno cuenta con un personaje histórico que viene para acercarnos a esa realidad pedagógica e histórica.

A tener en cuenta: la risa, el acompañamiento familiar, actividades divertidas al final de sus libros para fomentar la autonomía.

PD: Como curiosidad contaros que ¡Christian ha dado voz al Napoleón de Assassin Creed Unity!